Europa Press
03 jul 2020. 11.54H
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MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

Paloma Méndez de Miguel, neuropsicóloga infantil de Hospital Quirónsalud San José, ha propuesto que los padres establezcan rutinas y horarios definidos, así como actividad física, para los niños y adolescentes en la etapa del desconfinamiento.

En palabras de la especialista, se ha detectado un aumento de la incidencia en consulta tras el confinamiento. Por otro lado, considera "esperable" que aumenten patologías que estaban latentes antes del confinamiento y que acudan más niños a consulta con Trastorno obsesivo compulsivo (TOC), sobre todo con compulsiones de limpieza, cuadros hipocondriacos y cierta ansiedad asociada a asistir a lugares concurridos.

No obstante, la experta señala que hay algunas pautas que pueden ser protectoras tanto para los niños como para las familias en relación con el manejo de las situaciones creadas por el largo periodo de confinamiento, así como de cara a un verano va a resultar especial como consecuencia de la limitación de algunas actividades, restricción de viajes o la posibilidad de no poder afrontar el gasto de unas vacaciones.

"Debemos tener en cuenta que la capacidad de adaptación de los niños es inmensa, y es posible que mucho de ellos no vean tanto perjuicio si no pueden ir de vacaciones, creo que les costará más a los padres. Lo importante, en cualquier caso, es incorporar cosas a su rutina que les hagan sentir que están de "vacaciones", a través de modificación de horarios, tiempo fuera de casa, excursiones, etc", señala Méndez de Miguel.

En primer lugar, recuerda que mantener un horario constante es protector tanto para los niños como para las familias. "Establecer un horario ayuda a la estabilidad emocional de niños, al estar de vacaciones la hora de levantarse y acostarse será distinta, pero es conveniente que haya regularidad", detalla.

También insta a establecer rutinas: "Favorece la estabilidad emocional, aunque sea una rutina de ocio, pues dar a los niños estructura hace que disminuya su ansiedad y se sientan más seguros y calmados. En función de las necesidades familiares se decidirán las rutinas a seguir. Los niños que tengan vacaciones similares a otros años también se beneficiarán de establecer cierta rutina diaria".

Igualmente, se pueden promover actividades físicas, teniendo en cuenta que los niños tienen una gran cantidad de energía que muchas veces neutralizan a través de su movimiento y de los deportes. "La situación de confinamiento ha limitado esta oportunidad, pero no por ello ha reducido la necesidad de los niños. Por todo ello, ahora que pueden salir con regularidad es importante que practiquen deporte", indican.

Por último, argumenta que se debe favorecer el contacto social: "Es un amortiguador natural del estrés y una catalizador natural de las emociones negativas, son las relaciones sociales. Aunque la situación no permite el contacto tal y como era antes, es positivo que puedan ver a sus amigos y familiares, y compartir tiempo con su grupo de iguales".

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