Europa Press
28 nov 2023. 17.49H
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MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

La directora del Máster Universitario en Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Universidad Europea, Tatiana Lacruz, ha destacado la necesidad de entender que el ideal estético corporal que existe actualmente no se corresponde a un cuerpo sano y, por tanto, las estrategias que se promueven para conseguirlo tampoco lo son.

Entre el 4,1 y el 6,4 por ciento de las mujeres entre 12 y 21 años padecen algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA), y se estima que un 20 por ciento de la población podría encontrarse en riesgo de desarrollar este tipo de trastornos. Estos datos han creado la necesidad de establecer el Día Internacional de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, que se celebra el 30 de noviembre.

Este día coincide con el Día Mundial del Influencer, algo que para algunos expertos guarda relación, ya que las redes sociales y los ideales que exponen en muchas ocasiones son una fuente de complejos que ponen en peligro las conductas saludables de alimentación. "Los 'influencers' son el espejo en el que se miran los jóvenes. Generalmente cumplen con lo que la cultura determina como exitoso (atractivo físico, riqueza y admiración). Son la representación de lo que es adecuado y, sobre todo, en el caso de los adolescentes, el ideal con el que van a compararse para determinar su valor como persona", ha afirmado Lacruz.

Los trastornos alimentarios son trastornos mentales que implican una gran insatisfacción con el cuerpo y una presencia de conductas relacionadas con el peso y la alimentación extremas y poco saludables. Aunque los más conocidos son la anorexia y la bulimia nerviosas, el más prevalente es el trastorno por atracón, caracterizado por momentos en los que se consume una gran cantidad de comida con la sensación de no poder parar de comer.

Aquellas personas que padecen un TCA sufren múltiples consecuencias a nivel físico, psicológico y social. Tatiana Lacruz reconoce la existencia de una serie de factores de riesgo en la aparición de los TCA. Uno de los principales es ser mujer, se estima que por cada 9 casos en mujeres existe 1 en varones, aunque actualmente los casos en hombres están aumentando.

A nivel psicológico, el perfeccionismo y la autoexigencia, las dificultades para regular las emociones y la sobrevaloración de la importancia de tener una determinada figura y su control se relacionan con los TCA. Mientras que, a nivel social, los problemas familiares, vivir acoso o rechazo por parte de los iguales y estar viviendo una época especialmente estresante puede ayudar a precipitar este tipo de problemas.

"Además, es innegable admitir que vivimos en una sociedad en la que se le da una gran importancia al aspecto físico y existe un ideal estético delgado asociado al éxito social. La interiorización de ese ideal estético y la presión para ser socialmente aceptado es algo que nos pone a todos en riesgo de desarrollar este tipo de trastornos", ha advertido Lacruz, quien también ha asegurado que "con el tiempo se está logrando una mayor concienciación sobre los trastornos alimentarios, pero todavía son trastornos en los que el tratamiento comienza tras meses o incluso años de síntomas, por lo que es importante seguir concienciando sobre ellos y su gravedad".

La directora del máster ha explicado que "cualquier estrategia orientada a modificar el aspecto físico o el peso de una persona suele ser poco saludable, incluidos los tratamientos de pérdida de peso en obesidad" y ha aconsejado que "la mejor forma de tener una relación saludable con la alimentación es dar a nuestros cuerpos todos los nutrientes que necesita, no eliminar completamente el consumo de ningún tipo de alimento y prestar atención a las sensaciones (por ejemplo, hambre y saciedad) que nos proporciona nuestro cuerpo".

Para la experta, ante un mundo en el que las redes sociales forman parte del día a día y en el que los inputs de cuerpos considerados perfectos y los estándares de belleza inalcanzables son constantes, es fundamental desarrollar una mirada crítica. "Niños y adultos deben entender las motivaciones económicas que en muchos casos hay detrás de ciertos mensajes relacionados con la alimentación, el físico y la belleza", ha señalado Lacruz.

"De la misma forma, es importante entender cómo la mayor parte de imágenes y vídeos que nos llegan de los medios de comunicación están trucados, tienen filtros o muestran posturas y juegos de luces específicos para aparentar cuerpos que son imposibles de conseguir y mantener por un ser humano sano", ha añadido.

Asimismo, una relación de confianza y respeto con padres y educadores actúa como un factor de protección ante estos trastornos. Es fundamental saber dónde acudir en caso de necesitar ayuda ya que los trastornos alimentarios en ocasiones son la solución que se encuentra a problemas que no se han logrado resolver, concluye la experta.

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