Europa Press
08 jul 2024. 11.08H
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MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Aplicar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30-50 y evitar la exposición al sol en las horas centrales del día son algunas de las recomendaciones realizadas por la jefa de servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Luz, Silvia Pérez Gala, para cuidar la piel este verano.

"La exposición prolongada al sol sin la protección adecuada puede causar daños significativos a la piel, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y un aumento del riesgo de cáncer de piel", ha advertido la especialista. Por ello, ha subrayado que se aplique protector solar 20 minutos antes de salir, y reaplicarlo cada dos horas, o inmediatamente después de nadar o sudar. A este respecto, ha apuntado que sean protectores solares resistentes al agua y adecuados para cada tipo de piel, teniendo en cuenta que existen protectores para casi todas las patologías de la piel, como rosácea, melasma o manchas, pacientes que ha tenido carcinomas o lesiones precancerosas.

La dermatóloga ha hecho hincapié en la protección de niños y adolescentes, ya que las quemaduras solares en estas edades "son un factor de riesgo añadido para melanoma independientemente del resto de causas". Por ello, ha insistido en que los padres deben aplicar protector solar a sus hijos, asegurarse de que usen ropa protectora y limitar su exposición al sol durante las horas centrales del día. "En niños pequeños y pacientes atópicos se recomiendan filtros físicos o minerales, que no requieren de una reacción química en la piel para ejercer su efecto", ha señalado.

Otros grupos que requieren especial cuidado son aquellos que tienen pieles sensibles que se queman con facilidad, pelirrojos, ojos claros y personas con antecedentes personales o familiares de cáncer de piel. La dermatóloga ha recomendado además del protector solar, usar ropa protectora, como camisetas de manga larga con SPF 50, gorras y sombreros tupidos o gafas de sol. "No nos olvidemos de las orejas y el dorso de los pies al aplicar el fotoprotector", ha comentado.

Asimismo, ha reconocido Pérez, es importante tener precaución con las piscinas que emplean cloración normal, siendo necesario limpiar e hidratar bien la piel tras el uso de piscinas, especialmente en pacientes con piel atópica.

Según la doctora, los fotoprotectores orales son un buen complemento indicado para ayudar a proteger la piel de la radiación, "y pueden ayudar a hacer reducir el riesgo de quemadura solar pero no sustituyen al fotoprotector en crema", ha subrayado.

Por otra parte, ha señalado que la radiación ultravioleta es más intensa entre las 11 y las 16 horas. "Si es posible, trata de buscar sombra durante estas horas para minimizar la exposición directa al sol", ha sugerido Pérez. Incluso en la sombra, es importante mantener la protección solar, ya que los rayos UV pueden reflejarse en superficies como la arena y el agua, ha añadido.

Respecto a la deshidratación que pueden provocar el sol y el calor, la doctora ha instado a mantener una adecuada hidratación bebiendo agua con frecuencia, incluso si no se siente sed. "La piel hidratada también es más resistente y saludable", ha apuntado.

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