Europa Press
07 jul 2020. 18.32H
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MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

Un estudio realizado en ratones por investigadores de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur (Estados Unidos), y que ha sido publicado en el 'Journal of Medicinal Chemistry', ha puesto de manifiesto que un fármaco a base de vitamina K aporta beneficios en la epilepsia resistente a los medicamentos.

De los 3,4 millones de pacientes con epilepsia en Estados Unidos aproximadamente un tercio vive con epilepsia resistente a los medicamentos, lo que significa que sus convulsiones no se pueden controlar. Las convulsiones no controladas pueden ocurrir repentinamente, sin previo aviso, lo que pone a los pacientes en mayor riesgo de lesiones y reduce su calidad de vida.

El compuesto desarrollado, una forma modificada de vitamina K natural, ha logrado eliminar por completo la actividad convulsiva en los modelos de ratón. "Lo bueno de nuestro medicamento es que es biodisponible por vía oral, tiene una excelente penetración cerebral, se distribuye rápidamente en el sistema nervioso central y es bien tolerado en ratones y ratas", han explicado los investigadores.

El análogo de la vitamina K se desarrolló junto con otros 22 compuestos, todos los cuales fueron modificaciones de la molécula natural de la vitamina K. Se evaluó la efectividad de todos los candidatos para controlar las convulsiones en diferentes tipos de epilepsia en ratones. Los autores creen que es la estructura única que han diseñado para esta molécula en particular lo que la hace efectiva el control de las convulsiones resistentes a los medicamentos o refractarias.

En el estudio se probó el medicamento en células cerebrales de ratón, seguido de un modelo de convulsión de pez cebra ampliamente utilizado y, finalmente, múltiples modelos de convulsión de ratón que representan diferentes tipos de epilepsia. Después de obtener resultados prometedores en las células cerebrales y el pez cebra, el equipo comprobó que podían eliminar la actividad convulsiva en todos los ratones analizados.

Todavía hay un largo camino por recorrer antes de que los pacientes puedan beneficiarse de este nuevo compuesto. El siguiente paso es asegurar fondos federales y/o inversiones privadas para llevar el compuesto a través de la Solicitud de Investigación de Nuevos Medicamentos con la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Este es un paso preclínico crucial para determinar la seguridad y la eficacia del compuesto antes de que se pruebe en ensayos clínicos en humanos. Si hay fondos disponibles, los expertos predicen que el compuesto podría estar en un ensayo clínico dentro de dos años.

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