Europa Press
20 feb 2019. 16.16H
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MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

El gasto en salud está creciendo más rápido que el resto de la economía mundial, representando ya el 10 por ciento del Producto Interior bruto (PIB) en todo el mundo, según revela un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La subida es particularmente notable en los países de ingresos medios y bajos, donde el gasto sanitario está creciendo en promedio un 6 por ciento anual, en comparación con un 4 por ciento en países de altos ingresos.

Los gobiernos proporcionan un promedio del 51 por ciento del gasto en salud de los países, mientras que más del 35 por ciento viene directamente del bolsillo de los ciudadanos a través de la sanidad privada. "Una consecuencia de esto es que 100 millones de personas son empujadas a la pobreza extrema cada año", advierte la OMS.

El informe, en cualquier caso, destaca una tendencia al aumento de la financiación pública nacional en países de ingresos bajos y medianos, y la disminución de la financiación externa en los países de ingresos medios. "La dependencia de los gastos del ciudadno está disminuyendo en todo el mundo, aunque lentamente", reconocen.

"El aumento del gasto público es esencial para lograr la cobertura universal de salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud. Pero la financiación en salud no es un coste, sino una inversión en reducir la pobreza, el desempleo, aumentar la productividad, el crecimiento económico inclusivo y crear sociedades más sanas, seguras y justas", asegura el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sobre el informe.

En los países de ingresos medianos, el gasto público en salud per cápita se ha duplicado desde el año 2000. En promedio, los gobiernos gastan 52 euros por persona en salud en países de ingresos medianos-bajos, y cerca de 240 euros por persona en aquellos de ingresos medianos-altos.

INVERSIÓN EN ATENCIÓN PRIMARIA Y EXTERNA

"Cuando aumenta el gasto gubernamental en salud, es menos probable que las personas caigan en la pobreza. Pero el gasto del gobierno solo reduce las inequidades en el acceso cuando las asignaciones se planifican cuidadosamente para asegurar que toda la población pueda obtener atención primaria de salud", explican desde la OMS.

En los países de ingresos bajos y medios, los nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud sugieren que más de la mitad del gasto en salud se destina a la atención primaria de salud. Sin embargo, menos del 40 por ciento de todo el gasto en atención primaria proviene de los gobiernos.

El informe también examina el papel de la financiación externa. A medida que aumenta el gasto interno, la proporción de fondos proporcionados por la ayuda externa se ha reducido a menos del 1 por ciento del gasto sanitario mundial. Casi la mitad de estos fondos externos se destinan a tres enfermedades: VIH/sida, tuberculosis y malaria.

Si bien la OMS ilustra "claramente" la transición de los países de ingresos medios a la financiación nacional de los sistemas de salud, la ayuda externa "sigue siendo esencial para muchos países, en particular los países de bajos ingresos", apuntan.

"La salud es un derecho humano y todos los países deben priorizar la atención primaria eficiente y rentable como el camino para lograr la cobertura universal de salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible", concluye la directora de Sistemas de Salud, Gobernanza y Financiamiento de la OMS, Agnes Soucat.

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