Europa Press
26 nov 2019. 12.20H
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MADRID, 26 (EUROPA PRESS)

Un repentino aumento de la violencia en la República Democrática del Congo (RDC) ha llevado a la suspensión de los trabajos de las agencias de ayuda en la lucha contra el ébola y las epidemias de sarampión en los puntos críticos donde se está demostrando que el contagio es difícil de controlar, según ha alertado la ONG World Vision.

Las protestas en Beni, en el este de la República Democrática del Congo, han obligado a los militares a proteger las misiones de la ONU y han conducido a la evacuación, hibernación o reducción de la presencia de las agencias de ayuda internacional. "Han evitado el trabajo de prevención de enfermedades vitales, incluido el llevado a cabo por la ONG World Vision", han lamentado desde la ONG.

"Los trabajadores de la organización informan haber visto manifestaciones violentas en las calles, disparos y humo. Además, el ayuntamiento ha sido incendiado. Los manifestantes, muchos de ellos jóvenes, protestan porque, debido a la continua inseguridad, muchos ciudadanos han sido asesinados. Piden que la ONU haga más para protegerlos, aunque la ONU dice que solo puede hacerlo a instancias del gobierno", han explicado desde la organización.

La directora en World Vision para la zona oriental de República Democrática del Congo, Helen Barclay-Hollands, ha indicado que las operaciones en Beni se han detenido por completo y que la lucha para controlar el ébola y el sarampión está en grave riesgo de ser socavada. Los niños morirán de dichas enfermedades como resultado directo de la inseguridad y la falta de acceso a servicios médicos si los trabajos de ayuda humanitaria no se reanudan rápidamente, ha asegurado.

"Este brote de violencia no pudo haber llegado en peor momento. Estábamos a punto de superar la epidemia de ébola y las agencias de ayuda estaban ampliando sus esfuerzos para contener el sarampión, que hasta el momento ha matado a más de 4.000 personas en el país. Ahora todo esto está en riesgo", ha lamentado.

Según han informado desde la organización, las protestas comenzaron la semana pasada justo cuando se registraba un nuevo caso de ébola. Se evaluó que unas 300 personas estuvieron expuestas a una posible infección por esa sola persona, pero solamente se ha llegado a ese punto. Ahora los esfuerzos para rastrear y monitorear a esas personas están en grave riesgo. Además, algunos brotes violentos en otras partes del Este del país también están creando evacuaciones repentinas y movimientos masivos de personas, lo que hace mucho más probable la propagación del ébola y el sarampión.

Con los trabajadores humanitarios evacuando a las familias y ellos mismos escondiéndose y huyendo ante las protestas esperadas, podrían pasar días antes de que los trabajos de atención sanitaria y prevención se reanuden nuevamente, han señalado Barclay-Hollands.

"El sarampión ha matado a más personas en la República Democrática del Congo y es un asesino masivo de niños pequeños. Cada día que el personal de salud pierde la lucha contra esta enfermedad significa que más niños morirán. Instamos a un retorno a la paz lo antes posible para que los esfuerzos para combatir las epidemias puedan continuar sin demora", ha reclamado.

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