MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El 45 por ciento de las personas que utilizan inhaladores con cartuchos presurizados no realizan bien la coordinación entre inspiración y pulsación del dispositivo, ha informado el miembro del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el doctor Mario Bárcena.

La pulsación debe ser inmediatamente posterior al inicio de la maniobra inspiratoria, que debe realizarse lenta y constantemente, ha agregado el doctor Bárcena durante la VI Jornada Dual Neumológica de la SEMG, en la que se ha referido a otros errores "comunes" en la utilización de estas herramientas.

"Aunque son muy diferentes en cuanto a diseño, características mecánicas y facilidad de uso, de manera general, se puede decir que todos, si se utilizan bien, son eficaces", ha reconocido el experto.

Sin embargo, "el problema radica en que no se suelen utilizar bien. A lo que se añade que el nivel de incumplimiento de la posología indicada es todavía mayor en el asma y en enfermedad pulmonar obstructiva crónica que en otras enfermedades crónicas", ha especificado el doctor Bárcena.

"La técnica de inhalación incorrecta es inaceptablemente frecuente", ha insistido el doctor Bárcena. De hecho, una revisión sistemática sobre errores en el uso del inhalador por parte de los pacientes realizada sobre 144 artículos publicados entre 1975 y 2014 indica que la inhalación no ha mejorado en los últimos 40 años".

En este contexto, ha manifestado que en los inhaladores de polvo seco el 44 por ciento no hacen la inspiración profunda y enérgica o no tienen la capacidad inspiratoria suficiente para poder realizarla.

También son errores "críticos", según el experto, no quitar la tapa del inhalador, no agitar antes de utilizar los dispositivos que lo requieren, no sellar bien con los labios la boquilla, colocar en posición inadecuada el dispositivo o realizar la maniobra inspiratoria a través de la nariz en lugar de por la boca.

LA EDUCACIÓN ES NECESARIA

El experto ha incidido en que la educación a los pacientes en la utilización de los dispositivos evita los errores. La educación puede llevarse a cabo "tanto por los médicos prescriptores como por Enfermería antes de comenzar el tratamiento, pero también es imprescindible comprobar a lo largo del tiempo, aprovechando controles o agudizaciones", ha dicho.

Sin embargo, "no deja de ser llamativo el bajo grado de conocimiento de su manejo por parte de los pacientes implicados", según se ha puesto de relevancia.

"Por tanto, las medidas de educación en manejo de dispositivos, además de dirigirse a pacientes y cuidadores, también deben dirigirse a profesionales sanitarios implicados, como médicos, enfermería y farmacéuticos", ha subrayado el doctor Bárcena.