Europa Press
27 nov 2019. 14.15H
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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

El 12 por ciento de pacientes con cáncer de próstata tratados con hormonoterapia progresarán a tumor resistente a castración (CPRC) en tres años, según ha informado el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), Antonio Gómez Caamaño.

Con más de 34.000 nuevos casos diagnosticados cada año en España, el cáncer de próstata continúa siendo la neoplasia más frecuente en varones y la tercera causa de muerte oncológica, solo por detrás del cáncer de pulmón y el cáncer de colon.

"Es fundamental detectar el modo precoz esta situación para frenar la evolución de la enfermedad. Existe una ventana de oportunidad de algunos meses en este estadio, ya que un cambio de tratamiento a tiempo puede significar el retraso en la aparición de metástasis de forma muy significativa, incluso dos años", ha dicho el doctor.

Además de un aumento en la supervivencia, este retraso en la aparición de metástasis, óseas en su mayoría, significa un aumento en la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, el doctor del servicio de Oncología Médica del CHUS, Luis León, ha informado de que se puede aumentar el intervalo de tiempo sin dolor y reducir los riesgos de fractura, por lo que ha destacado la importancia de realizar un seguimiento estrecho de los pacientes que permita anticiparse a estas complicaciones.

Además, el paciente también puede alertar a su médico de un posible empeoramiento de la enfermedad al referir la aparición de un dolor intenso en la espalda, que puede ser indicador de la aparición de metástasis vertebrales, o si nota cambios a nivel más local como dolor en la zona prostática o sangrado en la orina.

Ahora bien, para lograr una detección precoz efectiva de la progresión a CPRC, es fundamental el seguimiento estrecho del paciente en tratamiento hormonal o de deprivación androgénica en una consulta especializada en cáncer de próstata avanzado.

"En estas consultas, se realizan revisiones estrechas y periódicas del estado general del paciente, se trata de mejorar su sintomatología y calidad de vida, y se pautan estrategias preventivas de posibles toxicidades de los fármacos. Además, se monitoriza la posible progresión a otros escenarios clínicos tanto con pruebas bioquímicas (aumento del biomarcador PSA) como con pruebas de imagen y del estado general o síntomas del paciente", ha zanjado el doctor del servicio de Urología del CHUS, Daniel Pérez Fentes.

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