MADRID, 07 (EUROPA PRESS)
La disfunción eréctil en el varón, la trombosis venosa o la enfermedad vascular ocular son algunas de las que puede presentar el riesgo vascular, según han alertado la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que celebra en Madrid, los días 9 y 10 de mayo, la XV Reunión de Riesgo Vascular, con el objetivo de propulsar el avance en el conocimiento científico en este campo y en nuevas líneas de investigación de las enfermedades y factores de riesgo cardiovascular.
En la actualidad, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de mortalidad en España, a pesar del descenso que ha experimentado en los últimos años. Ello se debe a un mayor control de los factores de riesgo que la provocan, entre los que destacan la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o la hipercolesterolemia.
"En el momento actual se dispone de un excelente arsenal terapéutico para el control de la diabetes y de la hipercolesterolemia por lo que es previsible que asistamos, en los próximos años, a su impacto en la supervivencia y calidad de vida de la población en forma de reducción de eventos como infartos de miocardio e ictus", señala el doctor Jorge Francisco Gómez Cerezo, coordinador del Grupo de Riesgo Vascular de la SEMI.
El doctor recuerda que es competencia directa de la Medicina Interna coordinar las intervenciones para prevenir su incidencia y complicaciones. Además, añade, "son los profesionales internistas los que se deben hacer cargo del diagnóstico y del tratamiento farmacológico que evite las complicaciones del riesgo vascular".
Por otra parte, han recordado que los pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de presentar enfermedad cardiovascular, aunque algunos fármacos actuales desarrollados para el control de la diabetes suponen beneficios adicionales directos en la prevención cardiovascular, independientemente de su acción sobre el control de la glucosa en sangre.
Otra patología que se relaciona estrechamente con el riesgo cardiovascular es la enfermedad por hígado graso no alcohólico, debido a su vinculación a la obesidad y a condicionar mayor riesgo de desarrollar diabetes y eventos cardiovasculares, como infartos e ictus.
"Además, se trata de un inductor del daño hepático en forma de fibrosis, cirrosis e, incluso, cáncer hepático. Para ello, la elastografía o el fibroscan nos permite conocer con precisión y de forma sencilla el grado de fibrosis hepática de estos pacientes", indica el doctor.