MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Dos investigadores de la Universidad de Michigan (EEUU), Sophia y Richard Lunt, han revelado una nueva forma de detectar y atacar las células cancerosas utilizando la tecnología solar, que podrían servir para el diagnóstico de enfermedades, la cirugía guiada por imágenes y el tratamiento de tumores específicos.
Los resultados, publicados en 'Scientific Reports', han sido probados en líneas celulares y modelos de ratón de cáncer de mama, pulmón y piel, hasta ahora con resultados prometedores, según ha afirmado la bióloga molecular de la Universidad de Michigan, Sophia.
Si bien las aplicaciones para el cáncer son las que abren mayores posibilidades, sus hallazgos tienen un potencial más allá del campo de la oncología, según ha asegurado el profesor de ingeniería química y ciencias de los materiales de Johansen Crosby, que ha planteado que el trabajo tiene el potencial de transformar las sondas fluorescentes para un amplio impacto social a través de aplicaciones que van desde la biomedicina hasta la fotocatálisis, la aceleración de las reacciones químicas con la luz.
"Nuestra investigación solar inspiró este proyecto de cáncer y, a su vez, centrarse en las células cancerosas ha avanzado nuestra investigación de células solares; ha sido un ciclo de retroalimentación increíble", ha valorado.
MEJORANDO LOS 'TERANÓSTICOS'
Antes de la investigación, los tintes fluorescentes utilizados para la terapéutica y el diagnóstico, también conocidos como 'teranósticos', tenían algunos defectos, como un bajo brillo, alta toxicidad para las células, mala penetración en los tejidos y otros efectos secundarios no deseados.
Al ajustar optoelectrónicamente las nanopartículas de sal orgánica utilizadas como teranósticos, los investigadores pudieron controlarlas en una variedad de estudios sobre el cáncer. La persuasión de las nanopartículas en la zona no tóxica dio como resultado una imagen mejorada, mientras que empujarlas al rango fototóxico (activado por la luz) produjo un tratamiento tumoral efectivo en el sitio.
La clave, según han explicado los investigadores, fue aprender a controlar la electrónica de sus moléculas fotoactivas, independientemente de sus propiedades ópticas, y luego dar el salto para aplicar esta comprensión a un campo que aparentemente no está relacionado.
UN VIAJE DE MIL MILLAS
Por un lado, Richard había descubierto recientemente la capacidad de sintonizar electrónicamente estas sales de su trabajo en la conversión de energía fotovoltaica en vidrio solar. Por su parte, Sophia había estudiado durante mucho tiempo las vías metabólicas únicas de las células cancerosas. Cuando el matrimonio discutía sobre el vidrio solar durante una caminata hicieron la conexión: las moléculas activas en las células solares también podrían usarse para atacar y matar células cancerosas de manera más efectiva.
"Nuestros primeros experimentos no resultaron como se esperaba; me sorprende que no nos hayamos dado por vencidos dada la locura que parecía la idea al principio", ha reconocido Richard. Hoy, Richard diseña las moléculas; Babak Borhan, químico de la Universidad de Michigan, los sintetiza y mejora; y Sophia prueba sus inventos fotoactivos en líneas celulares de cáncer y modelos de ratones.
La investigación futura trabajará para mejorar la efectividad de los teranósticos, disminuir la toxicidad y reducir los efectos secundarios. Los Lunts han solicitado una patente por su trabajo, y esperan con el tiempo impulsar sus hallazgos de moléculas fotoactivas a través de ensayos clínicos.