MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Desbloquear las arterias después de un ataque cardiaco reduce en un 53 por ciento el número de muertes en ancianos entre 75 y 79 años, un 49 por ciento en los que tienen entre 80 y 84, y un 42 por ciento entre los que cuentan con 85 años o más, según un nuevo estudio publicado en 'Circulation: Cardiovascular Interventions', una revista editada por la Asociación Americana del Corazón.
Esta técnica, conocida como angioplastia y colocación de stents coronarios, es un procedimiento médico en el que se pasa un catéter con un globo desinflado en la punta hacia el segmento arterial estrecho, se infla el globo y se ensancha el segmento estrecho. Luego, se desinfla el globo, se coloca un stent en el sitio del segmento estrecho y se retira el catéter.
"Sabemos que es segura, factible y mejora la supervivencia general y el bienestar de los adultos jóvenes que sufren un ataque cardiaco, pero los adultos mayores tienden a tener necesidades médicas más complejas, y viven con síndromes geriátricos como fragilidad, múltiples condiciones crónicas, deterioro cognitivo y uso de múltiples medicamentos. Debido a estas complejidades, se excluyen sistemáticamente de los ensayos clínicos para probar terapias similares", explica el autor del estudio, Abdulla A. Damluji.
Por eso, el investigador, junto con su equipo, estudió los expedientes médicos de casi 470.000 pacientes mayores ingresados en hospitales de Estados Unidos con un primer ataque cardiaco entre 2000 y 2016. Agruparon a los pacientes de 75 a 79 años como "jóvenes de edad", de 80 a 84 como "de mediana edad" y de 85 años en adelante como "ancianos".
"Estamos intentando esta técnica en la población de pacientes de muy avanzada edad cada vez más a lo largo del tiempo, y aunque se trata de una población de pacientes compleja y es una intervención invasiva, parece que el beneficio que salva vidas es sustancial", concluye Damluji.