Europa Press
10 jul 2020. 18.53H
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MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

La jefa del Servicio de Dermatología de los hospitales universitarios HM Puerta del Sur y HM Montepríncipe, Raquel Novo, ha recomendado a la población utilizar crema hidratante tras el lavado de manos con agua y jabón o el uso de gel hidroalcohólico.

Y es que, son varios los problemas cutáneos que pueden asociarse al uso del gel hidroalcohólico, que se ha convertido en un elemento imprescindible en el día a día para evitar el contagio del nuevo coronavirus.

En este sentido, la doctora ha recordado que para que sean efectivos deben tener una base alcohólica entre un 60 por ciento y 95 por ciento, y una de las consecuencias de ese porcentaje es que en mayor o menor medida resecan la piel y provocan dermatitis irritativas en las manos.

"En realidad, lo más aconsejable es el lavado de manos con agua y jabón, los geles o líquidos desinfectantes deben ser únicamente una alternativa cuando no existe la posibilidad del lavado. Entre la forma en gel o en líquido, siempre y cuando se encuentren en concentración adecuada, no hay grandes variaciones en su eficacia", ha dicho.

Una de las consecuencias de este hecho y que la mayoría de la población desconoce, prosigue, es que sobre una barrera cutánea alterada es más fácil que "se pegue" el virus, así que es fundamental aplicar crema hidratante después de cada lavado o uso de gel.

Otro aspecto a tener en consideración reside tanto en el porcentaje de alcohol del gel y los ingredientes que contenga el mismo. "Sobre todo, hay que fijarse en la concentración de alcohol, que nunca debe ser inferior al 60 por ciento, la mayoría de los geles además contienen vaselina que ayuda a minimizar la agresión del alcohol. Cuanto mayor sea el número de ingredientes mayor es la probabilidad de producir algún tipo de dermatitis", ha apsotillado Novo.

Por otra parte, la doctora ha avisado sobre los efectos que tienen en la piel las mascarillas. Así, ha explicado que Cuanto más oclusiva es la mascarilla, mejor realiza su función, pero es más probable que produzca rozaduras en el dorso nasal, las mejillas o detrás de las orejas. Además, la oclusión durante largo tiempo, altera la piel favoreciendo los brotes de acné, empeoramiento de la rosácea o irritaciones.

Ante estas situaciones, la doctora ha subrayado la importancia de elegir una mascarilla apropiada. "La mascarilla quirúrgica es válida para la población general, para ser utilizada en condiciones en las que no se pueda mantener la distancia exigida. Las mascarillas de tela son confortables y permiten introducir en su interior un filtro homologado, además de que se pueden lavar a diario. Siempre hay que proteger las zonas de roce, como la nariz y las mejillas, con cremas barrera y utilizar crema hidratante a diario. Por último, es recomendable retirarla durante 15 minutos manteniendo la distancia social cada tres horas de uso aproximado", ha apostillado.

Finalmente, la experta ha avisado de que otro factor a tener en cuenta reside en aquellos pacientes que ya tienen una patología cutánea previa como acné, rosácea o dermatitis, y que esta empeore con el uso de la mascarilla.

En este sentido, ha aconsejado acudir al dermatólogo y no probar productos que pueden empeorar la situación. A su juicio, cada caso debería ser estudiado de manera individual, ya que, en la mayoría de las situaciones las alteraciones cutáneas no justifican no utilizar mascarillas, salvo "rarísimas excepciones".

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