Europa Press
25 mar 2020. 10.37H
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MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) está estudiando acciones jurídicas y centenares de denuncias ante la Inspección de Trabajo o la Fiscalía para abordar "la situación de desprotección" a la que se ve expuesto el personal de residencias de mayores y de la Sanidad en muchos hospitales, en los que se atiende a pacientes con coronavirus sin disponer de los materiales de protección adecuados, como mascarillas seguras, equipos de protección individual (EPI) o gafas protectoras.

Según exponen en un comunicado, la falta de este material está provocando un gran número de bajas entre celadores, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) y enfermeros, médicos y en general de todo el personal que trabaja en la Sanidad (mantenimiento, limpieza, administración).

En este contexto, aseguran que se está produciendo la rebelión de algunos sanitarios, que se niegan a atender a pacientes infectados debido a la alta exposición al virus por contar, por ejemplo, con mascarillas quirúrgicas que no sirven para evitar contagios, y no con las correspondientes FFP2.

Sin embargo, estas reticencias están provacndo que "sus superiores les amenacen con apertura de expedientes". "CSIF está tomando nota de estos mandos intermedios y equipos directivos para, cuando pase esta crisis, denunciarlos ante las instancias pertinentes y pedir su cese por poner en riesgo la salud de los trabajadores", advierten.

Según apuntan, estas amenazas de apertura de expedientes se están dando en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, en el que un grupo de unos 50 sanitarios, entre enfermeras, TCAE, celadores y médicos "se han plantado ante los mandos intermedios, ya que estos niegan las mascarillas que son obligatorias para atender a pacientes infectados".

"Tenemos un montón de bajas en nuestra planta y sigue sin importar. Si me pongo mala contratan a otra. Estamos desesperadas. Llevamos trabajando durante toda la semana con la misma mascarilla, con ella entramos en todas las habitaciones, y se supone que sólo valen para un turno de ocho horas", relata una enfermera de este centro hospitalario a CSIF. Según han confirmado varios sanitarios de este centro al sindicato, hay cuatro celadores infectados, sin patologías previas, con pronóstico grave.

CSIF que se plantea denunciar estas situaciones "ante las instancias oportunas cuando llegue el momento". "Además de la falta de material hay que añadir la incompetencia e insensibilidad de los mandos intermedios, que a día de hoy siguen sin entender nuestras exigencias de trabajar con el material adecuado. No es solo para protegernos a nosotros mismos, sino para proteger a nuestros compañeros y nuestras familias. Te queda la duda de lo que estás llevando a casa. No sabemos si somos positivos. Nos dicen que es lo que hay, que nos pongamos a trabajar, sin más", afirma una TCAE del Ramón y Cajal.

Otra enfermera cuenta que, debido al alto número de bajas entre los profesionales de este centro, el pasado sábado se encontró sola en una planta con 45 positivos y solo con tres enfermeros nuevos sin experiencia previa en hospitales.

En esa situación, afirma que solo pudieron hacer una ronda en todo ese día. A las siete de la tarde, le anunciaron que iban a aumentar la capacidad de la planta poniendo una tercera cama en cada habitación. "Acabo destrozada cada jornada. Intentamos reservar todo lo posible nuestras mascarillas FFP2 que tenemos desde hace semanas y que ya no sabemos si sirven para algo porque en teoría valen para ocho horas. Si nosotros caemos enfermos no sé quién va a cuidar de nosotros", denuncia esta enfermera.

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