MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Con motivo de la celebración este viernes del Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha advertido de que el aumento de las mismas que se ha registrado en el último año se debe al "deterioro en la atención".
Las mujeres sufren el 80 por ciento de las agresiones recibidas por el conjunto de trabajadores del Sistema Nacional de Salud (SNS), según datos recabados por la organización sindical. Esta media del 80 por ciento es tres puntos superior a la recogida en el último Informe de Agresiones a Profesionales del Sistema Nacional de Salud (elaborado por el Ministerio de Sanidad) correspondiente al año 2021. "Los graves problemas que padece nuestro sistema sanitario, con la Atención Primaria colapsada y las urgencias hospitalarias saturadas, no pueden justificar nunca una agresión, por lo que es necesario acabar con esta lacra", afirman desde CSIF.
Si bien recuerdan que la sanidad es "un sector muy feminizado", advierten de que "la condición de mujer, los estereotipos y roles de género hacen que estas sean especialmente vulnerables y sufran situaciones de falta de respeto y riesgo por su integridad física".
Desde la organización sindical recuerdan que el pasado 21 de febrero una médica de familia embarazada fue víctima de insultos y amenazas de muerte en un centro de salud de Villaluenga de la Sagra (Toledo) por parte de un paciente. "La facultativa fue arrinconada dentro de la consulta y afortunadamente logró zafarse, salió corriendo de la sala y alcanzó la zona del personal administrativo donde pudo dar aviso a la Guardia Civil. Este es solo uno de los ejemplos a los que se enfrentan casi a diario muchas mujeres en centros sanitarios de toda España", relata CSIF.
CAMPAÑA 'X ESPACIOS DE SALUD Y RESPETO. UNA AGRESIÓN ES UN DELITO. DENUNCIA'
En la mayoría de los casos se trata de insultos, agresiones verbales y amenazas. En este sentido, CSIF lanza su campaña 'X espacios de salud y respeto. Una agresión es un delito. Denuncia', que se centra en valorar la labor de los profesionales de la sanidad, recuerda que son autoridad pública y promueve que denuncien si son víctimas de una agresión.
"El objetivo es sensibilizar y alertar a las administraciones públicas, a los propios profesionales y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a los trabajadores en este ámbito, porque afecta de forma sustancial a su actividad laboral, y, por tanto, a la propia sanidad; uno de los pilares fundamentales de la sociedad del bienestar, como así se ha demostrado en la pandemia cuidando a los ciudadanos frente al coronavirus", afirman desde CSIF.
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA ES RESPONSABLE
CSIF recuerda además que "la Administración Pública tiene el deber básico de proteger el interés público o general y de esta obligación nace ineludiblemente su potestad sancionadora", considerando necesario el endurecimiento de las sanciones para las personas agresoras. "Con el objetivo de proporcionar un respaldo jurídico a todos los profesionales del ámbito sanitario, independientemente de si son funcionarios estatutarios o personal laboral, proponemos una modificación legislativa del artículo 550.1 del Código Penal en la que se regule la agresión ante un empleado público, término que ampararía a todos, y no solo al funcionario sanitario", añaden.
Además, desde CSIF reclaman la implicación de los Ministerios de Sanidad, Interior y Justicia. "Parece que solo los agentes sociales luchamos por erradicar la violencia. Recordamos que el próximo 25 de mayo entra en vigor en España el Convenio 190 sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, por lo que esperamos que se implementen medidas más eficaces para erradicar la violencia en el entorno laboral sanitario", expresan.
En este sentido, CSIF plantea las siguientes medidas: una mejor planificación y organización sanitaria con un aumento de las plantillas; un presupuesto acorde a las necesidades reales del Sistema Nacional de Salud; cambios normativos y administrativos para aumentar las sanciones al agresor; planes efectivos contra las agresiones a los profesionales y que consigan reducir riesgos; mecanismos más ágiles y anónimos para denunciar; fomento de la educación y respeto a profesionales sanitarios desde las escuelas y medios de comunicación; medidas de rehabilitación y corrección de conductas del agresor.
Otras de estas medidas son: campañas de concienciación, con mensajes disuasorios en la atención telefónica del Servicio Público de Salud; dotación de personal de seguridad en los centros de Atención Primaria (priorizando los más conflictivos); instalación y recomendaciones del Botón 'SOS'; mayor presencia en centros sanitarios de los interlocutores policiales; respaldo jurídico y apoyo psicológico a los/as profesionales agredidos.