MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El 49 por ciento de las personas mayores de 65 años afirma tener una buena o muy buena salud, mientras que un 13,7 por ciento considera que su salud es mala o muy mala, según los datos reflejados en el Barómetro de MayoresUDP 'Atención Primaria y los Servicios Públicos de Salud', que ha sido realizado por la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España.
"Más de la mitad de las personas mayores no está de acuerdo con el sistema, deberíamos hacer una reflexión colectiva con estos datos. A partir de la pandemia no se ha revertido la situación. Las entidades privadas tienen mucho que mejorar, pero las administraciones públicas mucho más", ha advertido durante la presentación del barómetro el integrante del Grupo de Trabajo del Barómetro MayoresUDP, José Ignacio Casas.
En total se realizaron, durante la primera quincena de junio, unas 804 entrevistas telefónicas a personas mayores de 65 años para analizar cuestiones relacionadas con la Atención Médica Primaria y los servicios de Salud Público.
Entre los datos más destacables, las mujeres de 80 años o más son las que consideran que tienen peor salud, en concreto el 21,5 por ciento dice tener mala salud. Por parte de los hombres, los que consideran tener peor salud se encuentran entre los 70 y 74 años, en esta franja de edad el 9,5 por ciento asegura tener mala salud.
"Es importante destacar que hay segmentos claramente vulnerables. Su entorno social, económico y familiar se refleja fuertemente en sus niveles de salud. Las mujeres de 70 años en adelante, por ejemplo, es un segmento con una situación de salud en general peor que el conjunto de las personas mayores de 65 años", ha indicado Casas.
El informe también indica que los mayores de 65 años en situación de vulnerabilidad económica tiene una mala salud en el 11,6 por ciento de los casos, frente al 3,1 por ciento de los que tienen una alta capacidad económica.
En cuanto a la cronicidad, más de la mitad de los hogares en los que residen las personas mayores existen miembros del hogar con enfermedades o problemas de salud crónicos o de larga duración (55,6%).
Con respecto a la petición de citas con el médico de familia, la situación mayoritaria es que tarden más de un día en atenderles por no haber cita antes (67%) mientras que el 15,4 por ciento señala que les atienden al día siguiente y el 9,8 por ciento en el mismo día.
Asimismo, han denunciado la brecha digital que existe en las personas mayores de 65 años, ya que "el acceso digital a la sanidad pública es casi imposible", según ha señalado la presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España UDP, Inmaculada Ruiz.
En este sentido, el barómetro indica que quienes tienen de 65 a 69 años, mayor nivel formativo y mayor estatus social tienen más facilidades para acceder digitalmente.
PRINCIPALES DEMANDAS
El servicio más demandado en el ámbito de la sanidad pública por parte de las personas mayores es la salud bucodental (86,6%), seguido de la salud mental (77%) y la fisioterapia (64%). En cuanto a la demanda de salud bucodental aumenta entre las mujeres de 65 a 69 años (93%) y en el ámbito rural (97%).
Por su parte, quienes le dan prioridad a un servicio de salud mental representan un porcentaje significativamente superior entre las mujeres de 70 a 74 años (85%) y en los pueblos grandes (85%).
"Si hablas con las personas mayores hay una gran depresión, mucha gente en zonas rurales se siente muy deprimida, sola y angustiada. Esto también es un problema que tenemos que tratar. En estos momentos, tardan meses para que nos atiendan psicólogos", ha subrayado Ruiz.
En este sentido, Casas ha destacado la importancia de la salud mental en los mayores y ha añadido que "entre los 85 y 89 años se dan las mayores tasas de suicidios". "No solo se trata de los suicidios realizados. En muchas ocasiones, la gente se deja morir. Los que están solos o están enfermos, y no tienen otros medios, se dejan morir, yo lo considero un suicidio", ha matizado Ruiz.
Desde la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España apuntan que algunos servicios parecen dar cierta prioridad a personas con algunas características de vulnerabilidad, ya que se valoran mejor entre quienes tienen más de 80 años y un menor nivel formativo. Sin embargo, la valoración sigue siendo peor entre quienes tienen menor capacidad de gasto, segmento que arroja los peores indicadores.
"Necesitamos medidas a nivel institucional. Debemos reunirnos entre todas las asociaciones con grupos de trabajo para ver qué soluciones podemos localizar, queremos trabajar todos juntos. Los gobiernos deben darse cuenta de que las personas mayores existimos y que tenemos nuestros problemas", ha finalizado la presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, Inmaculada Ruiz.