Redacción. Madrid
Un hospital de Bilbao está probando, en una experiencia pionera en toda España, una lámpara mágica que delata las manos mal lavadas en centros sanitarios y sociosanitarios, en la que participa casi un centenar de profesionales.
Una de las medidas más sencillas y que más impacto adquiere en la reducción del contagio de enfermedades es el lavado de manos, que es capaz, por sí solo, de reducir en un 80 por ciento el riesgo de contagio de diversas enfermedades gastrointestinales, respiratorias y dermatológicas, entre otras.
95 profesionales del Grupo IMQ, pertenecientes a las clínicas de Zorrotzaurre y Virgen Blanca, Igurco Servicios Sociosanitarios, AMSA, Centro Médico Colón y el Centro de Rehabilitación Ajuriaguerra, se están lavando sus manos con un preparado de base de solución hidroalcohólica marcado con fluoresceína. En la iniciativa participan médicos, enfermeros, técnicos especialistas en radioterapia, auxiliares de enfermería, administrativos y personal de limpieza, entre otros.
Una vez lavadas las manos con esta solución, los profesionales las introducen en esta lámpara mágica, dotada de una luz ultravioleta que permite a los profesionales observar a simple vista las regiones en las que no ha llegado la solución y, por lo tanto, no están correctamente limpias y desinfectadas. En concreto, las zonas oscuras de las manos colocadas bajo la luz ultravioleta de la lámpara delatan las áreas de las manos mal lavadas.
De manera conjunta con la prueba de esta lámpara de luz ultravioleta, se desarrolla una campaña interna de comunicación basada en el recuerdo de los cinco pasos del protocolo del lavado de manos.
Cinco momentos para lavarse las manos
Isabel Urrutia, coordinadora de Calidad y Seguridad del Paciente de Grupo IMQ, ha recalcado la necesidad de lavarse las manos en cinco momentos clave cuando se trabaja con pacientes en el ámbito sanitario: “Antes del contacto con el paciente; antes de realizar una tarea aséptica; después del riesgo de exposición a líquidos corporales; después del contacto con el paciente; y después del contacto con algún elemento del entorno del paciente”.
La experta explica que para que la solución hidroalcohólica realice de una manera eficaz su labor de desinfección es necesario “aplicar la solución durante 30 segundos, frotando por todas las superficies, y con especial atención a la limpieza del dedo gordo”. También señala la necesidad de quitarse los anillos, relojes y pulseras antes de lavarse las manos y, en general, en la atención a los pacientes.