La
asistencia ventricular izquierda (LVAD, por sus siglas en inglés) más pequeña del mercado necesita de un gran equipo de profesionales para mejorar la calidad de vida de los pacientes. En el
Hospital Universitario La Paz se está desarrollando un programa para implantar este nuevo dispositivo, "un sistema de apoyo cardiocirculatorio que suple la función del corazón", en pacientes con
insuficiencia cardiaca que, por sus características, no son candidatos a
trasplante.
José Antonio Blázquez, jefe de Sección de Cirugía Cardiaca, explica a
Redacción Médica que, para que esta tecnología cumpla con su cometido, es necesario contar con todos los profesionales que integran los servicios de
Cardiología, Cirugía Cardiaca y la Sección de Anestesiología Cardiotorácica.
"La asistencia ventricular izquierda es un sistema de apoyo cardiocirculatorio que suple la función del corazón"
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"Un programa de estas características necesita una
coordinación multidisciplinar exquisita, continuada en el tiempo, y sobre todo una interacción, prácticamente a diario, de todos los servicios que participan en la valoración, tratamiento y seguimiento de estos pacientes", señala Blázquez, y menciona uno a uno a todos los miembros del programa:
José María Mesa; jefe de Servicio de Cirugía Cardiaca;
Ali Ayaon Albarrán, facultativo especialista en Cirugía Cardiaca y experto en implante de asistencia ventricular izquierda;
José Luis López Sendón, jefe de Cardiología;
Esteban López de Sá, jefe de la Unidad de Críticos cardiológicos;
Óscar González, cardiólogo especialista en insuficiencia cardiaca avanzada; e
Isidro Moreno, jefe de la Sección de Anestesia Cardiotorácica.
Todos ellos participan en la implantación de las nuevas asistencias ventriculares desarrolladas por
Medtronic, el modelo centrífugo más pequeño del mercado.
"La asistencia ventricular izquierda definitiva, porque ese es el matiz, es
un sistema de soporte cardiocirculatorio indicado en aquellos pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada terminal, que no son candidatos a trasplante y cuyo pronóstico de vida es inferior a los seis meses-un año, como consecuencia de la insuficiencia", explica Blázquez.
Además este sistema también se utiliza "como
puente a trasplante, es decir, en pacientes en los que no hay capacidad para hacerles un trasplante de forma inmediata".
Alternativa al trasplante
Así, este sistema es "una
alternativa al trasplante cardiaco en aquellos pacientes que, por sus circunstancias, no son candidatos o tienen algún tipo de contraindicación" y "permite que la bomba centrífuga esté alojada en la cavidad pericárdica, en tanto la mayoría de dispositivos necesita que la bomba sea alojada en situación abdominal".
El nuevo dispositivo de Medtronic "
minimiza la agresión quirúrgica y reporta importantes beneficios inmediatos en el posoperatorio", detalla el especialista. Además, el hecho de que sea "el más miniaturizado del mercado", rebaja las complicaciones y hace que el paciente "sea ambulatorio y pueda realizar una vida completamente normal", fuera del centro hospitalario.
No obstante, tal como explica Blázquez, "no se trata solo de implantar el dispositivo, sino de implantarlo en el paciente que lo necesita, que más se va a beneficiar de él, y que el seguimiento posterior sea tan bueno que permita la adecuada funcionalidad del dispositivo y la prolongación de la supervivencia del paciente y el aumento de la calidad de vida".
Para ello, el equipo de profesionales que componen el programa se ha formado en
Newcastle y ahora aúna "conocimientos, estrategias, técnicas y tecnologías" para ofrecer a los pacientes que no son candidatos a trasplante o que necesitan una mayor recuperación, un dispositivo para alargar y mejorar su vida y su calidad de vida.
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