El
Servicio de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del País Vasco (Osteba) ha identificado cinco dominios “no core” (variables clave en la nomenclatura inglesa) sobre los que desarrollar la toma de decisiones que midan el
“valor” de las tecnologías en materia de salud.
Así lo refleja
el documento ‘Síntesis de información relevante de apoyo a los MCDA (análisis de decisión multicriterio) para la toma de decisiones’ que señala los valores "
éticos, legales, sociales, organizativos y medioambientales" como los detonantes para adoptar las
decisiones “necesarias” y “correctas” a la hora de evaluar tecnología sanitaria.
Para algunos de los investigadores habría que tomar más importancia al dominio ético sobre el resto de factores
|
Basándose en el citado MCDA un grupo de expertos del
Osteba han analizan estos campos bajo la coordinación del proyecto elaborado por la
Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. En sus valoraciones finales, aunque todos coinciden en la importancia de
tomar las decisiones evaluando todos los campos, algunos ven más importantes los éticos entre los que destaca (entre otras cuestiones) que el valor tecnológico no prime sobre la deshumanización de los cuidados.
Este dominio
(el ético) remarca los citados
conflictos éticos relacionados con el uso de la tecnología; así como la transmisión adecuada de información al paciente; la equidad, imparcialidad, justicia e inclusión de la perspectiva de género;
la reducción de pobreza y desigualdad; y el empoderamiento de la ciudadanía o el paciente.
Legal y organizativo
Desde la parte
legislativa, el documento establece que es necesario desarrollar normas, directivas, acreditaciones y transposiciones para la implantación adecuada de la tecnología. Además, estas normas (argumentan) se deben complementar con la verificación de su
cumplimiento con especial valor a la protección de datos y el respeto a la autonomía del paciente.
A nivel organizativo, el documento incide en la improtancia de los "cuidados centrados en el paciente"
|
A nivel organizativo, los cuidados centrados en el paciente y el alineamiento relacionado con un contexto a largo plazo son dos de los principales objetivos del proyecto. Para la correcta disposición, además, se debe estudiar la disponibilidad de infraestructuras, organización
(posibilidad de integrar la tecnología en la organización sanitaria existente o crear una nueva), recursos humanos (cuantitativos, cualitativos y capacitación de los mismos), habilidades para la introducción (aceptabilidad) y el uso adecuado de la tecnología sanitaria (adecuación).
Social y medioambiental
Por último, los dominios sociales hacen especial incidencia en el impacto sobre la prevención de la salud y en la faceta de dominio medioambiental la
necesidad de gestionar residuos, la utilización de la tecnología y el estudio de la obsolescencia programada.
Fuera de estos dominios, el documento identifica “otros” valores entre los que se incluyen la oportunidad y utilidad, la coherencia con el plan Profarma y la
contribución al Producto Interior Bruto nacional, la innovación de la intervención, la tecnovigilancia y la ciberseguridad de la tecnología que se está evaluando.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.