Innovación en crioablación: más seguros con aguja de punta activa variable

La Fe es pionero mundial en el dispositivo de Varian/Endocare, que permite aumentar o disminuir la esfera de hielo

Raúl García, radiólogo intervencionista del Hospital La Fe de Valencia.

04 dic 2020. 09.00H
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La crioablación es un tratamiento percutáneo, mínimamente invasivo cuya fuente de energía aplicada es el frío, al contrario que ocurre en otros procedimientos convencionales, como la radiofrecuencia, que es el calor. Esta técnica cada día avanza más hacia la precisión y a ser cada vez más segura para el paciente, algo que está directamente relacionado con el tipo de dispositivo que se utilice para ella.

Este tratamiento se viene realizando desde hace tiempo, pero se están implementando nuevos dispositivos, como el T-38 de Varian/Endocare, que permite minimizar riesgos gracias, entre otras ventajas, a sus agujas de punta activa variable y que ha sido utilizado por primera vez en el mundo hace apenas dos meses en el Hospital La Fe de Valencia. Así lo explica a Redacción Médica Raúl García, radiólogo intervencionista del citado centro sanitario.

El especialista manifiesta que la crioablación se realiza utilizando una aguja que emite frío, "creando una bola de hielo", y permite el tratamiento de distintos tipos de lesiones, como pueden ser tumores, malformaciones venosas, tumores óseos benignos, así como en tratamiento del dolor. Se está ampliado a otras patologías, como el fibroadenoma de mama.

"La ventaja de la crioablación es que es una técnica percutánea, que se puede hacer en ocasiones con anestesia local, no requiere el ingreso del paciente y permite un control de lo que estás tratando, porque vas viendo la bola de hielo. Estas son las principales ventajas de la crioablación, que se define como un tratamiento percutáneo mínimamente invasivo con frío", indica.


Margen de actuación y técnica segura


García explica que se está aplicando "en todo tipo de tumores de cualquier localización o como alternativa a la cirugía en muchos pacientes". "Son procedimientos que los podemos hacer guiados por ecografía, escáner  o TAC; y también se pueden meter dentro de la resonancia en aquellos equipos que sean compatibles".

"Tiene mucho margen de actuación y es una técnica bastante segura y predecible, ya que antes de los tratamientos planificamos cómo va a ser la intervención, el número de agujas y la forma de entrar. Es casi como una radioterapia con un control de lo que vamos a quemar", apunta el médico.

Desde hace un par de meses han empezado a utilizar para ello Varian/Endocare, un "generador de crioablación". "Hicimos el primer caso en el mundo y fue para el tratamiento de una metástasis tipo sarcoma que provocaba dolor. Fuimos los primeros, lo hicimos hace un mes y medio e iremos haciendo más. Usa agujas de prácticamente  de punta activa variable y tiene la ventaja de que una vez que está metida la aguja podemos aumentar o disminuir el tamaño de la esfera de hielo que te permite el tratamiento".

"Dentro del paciente puedes aumentar o disminuir el tamaño de lo que se quiera tratar minimizando riesgos, que es la novedad", señala García, para añadir que este tipo de dispositivos utiliza el gas argón, por lo que está todo conectado a una bala que va a mucha presión y sale en forma de hielo.


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