Jesús Vicioso Hoyo. Madrid
La biotecnología en las actividades sanitarias gana músculo por quinto año consecutivo. La distribución del gasto interno en I+D en este ámbito ha crecido un 30 por ciento desde 2009, hasta situarse en el 7,7 por ciento del total de la inversión biotecnológica realizada puesta en marcha en España hasta 2013.

Distribución del gasto interno I+D en biotecnología por rama de actividad. Año 2013. Fuente: INE.

El papel de la sanidad, por tanto, gana fuerza de manera continuada, frente la oscilación experimentada por la farmacia, un sector que ocupa, tradicionalmente, la segunda plaza en este ránking anual, cuya última revisión, correspondiente a la del ejercicio de 2013, acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística.

Las actividades de sanidad han pasado de ocupar el 5,9 por ciento en 2009 del total de la inversión, cuando entonces se cayó respecto al curso precedente, hasta el 7,7 por ciento, es decir, ha crecido casi dos puntos porcentuales que lo han consolidado, de manera sólida, en el tercer sector nacional de una clasificación encabezada por los servicios puramente de investigación y desarrollo, que se llevan más de la mitad de la tarta de la realidad biotecnológica española, el 51,8 por ciento exactamente.

Además, los resultados más que positivos del sector que también engloba a las actividades de servicios sociales demuestran la consolidación de la frontera del 7 por ciento que se rebasó en el ejercicio de 2012, precisamente en el peor escenario económico posible.

Pérdida de 10 puntos del peso de la farmacia

Por su parte, la industria farmacéutica española no puede presumir de tan buenos datos. Por segundo año consecutivo, su peso en el gasto de I+D biotecnológico perdió peso respecto a la inversión global. Y no ha sido una rebaja menor: 9,8 por ciento menos entre 2012 y 2013; el 25, si la revisión se aleja un año más y hasta un 40, si se compara con el 26,3 por ciento que representaba en 2008 el nicho farmacéutico.

A nivel general, el gasto en actividades de I+D volvió a caer, aunque a su disminución se ha equilibrado: mientras que en 2012, la caída fue del 3,3 por ciento, en 2013, el último año con datos completos, bajó un 1,8 por ciento, hasta llegar a los 1.430 millones de euros.

Otro de los datos que ofrece el INE es que el porcentaje de unidades más elevado fue a pasar, una vez más, a las áreas de salud humana como aplicación final de la biotecnología, con el 52,8 por ciento del total, un 1,5 por ciento más que el ejercicio anterior.