Boston Scientific ha anunciado los resultados del seguimiento a tres años de una cohorte del estudio ‘PAS2’, que evalúa la
termoplastia bronquial en casos de
asma grave persistente. Los datos muestran que los 190 pacientes participantes lograron una reducción similar en cuanto a
exacerbaciones severas, hospitalizaciones y visitas a
Urgencias en comparación con los otros tantos pacientes tratados con termoplastia bronquial en el estudio ‘AIR2’.
Los resultados han sido publicados en el
European Respiratory Journal, la revista de la
Sociedad Respiratoria Europea. Corrobora así los datos de ‘AIR2’, demostrando que los hallazgos se traducen en resultados significativos en la práctica clínica.
Los participantes en ‘PAS2’ mostraban
síntomas de asma menos controlados que los sujetos del estudio ‘AIR2’. Tras el último tratamiento con termoplastia bronquial, el porcentaje de pacientes que experimentaron exacerbaciones severas se redujo del 74 al 40 por ciento.
Además, el
porcentaje de pacientes hospitalizados por al menos un síntoma de asma se redujo del 15 al 7 por ciento; el de aquellos que acudieron a Urgencias bajó del 27 al 11 por ciento y el de los que tomaban diariamente medicación corticosteroide de mantenimiento por vía oral disminuyó del 19 al 10 por ciento.
Tratamiento eficaz y duradero
Geoffrey Chupp, investigador principal y director del Centro Yale para el Asma y las Enfermedades de las Vías Respiratorias de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale (EEUU), explica que “el estudio ‘PAS2’ confirma que la termoplastia bronquial es un tratamiento eficaz, duradero y seguro
en pacientes con asma grave que presentan un peor control sobre la enfermedad al inicio del estudio, en comparación con pacientes evaluados en ensayos clínicos previos, tales como el AIR2’”.
‘El estudio ‘PAS2’”, continúa Chupp, “es el primer estudio prospectivo a gran escala sobre termoplastia bronquial en un
contexto de farmacovigilancia, y valida los resultados positivos obtenidos en el ensayo ‘AIR2’”.
‘PAS2’ es un estudio prospectivo en el que participaron pacientes de 27 centros de investigación de EEUU y Canadá, el 95 por ciento de los cuales se consideraron asmáticos graves.
En comparación con ‘AIR2’, los participantes eran de mayor edad, tomaban más esteroides sistémicos, presentaban un índice de masa corporal superior y
tomaban dosis más elevadas de esteroides inhalados. En los doce meses previos al tratamiento con termoplastia bronquial, tenían más probabilidades que aquellos del ensayo ‘AIR2’ de padecer exacerbaciones severas (75 por ciento frente a 52 por ciento) y requerir hospitalización (15 por ciento frente a 4 por ciento).
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