La tecnología sanitaria 3D bate su récord en patentes con 10.000 en 20 años

Los implantes y las prótesis son los productos médicos más realizados con estas herramientas

Esta fabricación permite crear órganos artificiales personalizados.

20 sep 2023. 14.05H
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Las patentes de tecnología de impresión 3D han dado un salto cuantitativo en los últimos años y han aumentado un 26,3 por ciento entre 2013 y 2020, ocho veces mayor que el resto de campos tecnológicos en el mismo periodo. Concretamente, en dos décadas han pasado de registrarse 641 en 2001 a 8.090 en 2020. Una de sus principales aplicaciones es en el campo de la Medicina, según detallan desde el último informe de la Oficina Europea de Patentes, con 10.000 en 20 años.

"La fabricación de piezas 3D ha sido fundamental durante mucho tiempo en la creación de prototipos, pero ahora es cada vez más viable para la personalización e incluso la producción en serie. Solo en el sector sanitario hay cerca de 10.000 patentes publicadas entre 2001 y 2020", apuntan.

¿Por qué tiene tanta relevancia en el sector sanitario? Una de las principales ventajas de la fabricación 3D es la libertad de diseño y personalización que ofrece. Los expertos apuntan que esta es la principal razón por la que los productos personalizados en la industria de la salud han aumentado. Por un lado, mejoran la vida del paciente y al mismo tiempo permiten a las empresas creadoras diferenciarse de otras al elaborar productos únicos.

"En la atención sanitaria, las soluciones individualizadas para los pacientes son cruciales. Consiguen adaptar cada parte, como un hueso, un implante o un audífono a necesidades específicas", aseguran.

Universidades públicas en patentes 3D


En esta misma línea, el documento subraya la presencia de las universidades y centros investigadores públicos detrás de estas patentes, sobre todo en salud. De hecho, una de cada tres patentes de biomateriales tenía detrás este apoyo y una de cada dos en el caso de las relacionadas con la impresión 3D de órganos y tejidos artificiales. "La participación de los centros no solo enriquece la base de conocimientos, también fomenta avances innovadores en materiales, procesos y aplicaciones dentro de la fabricación en 3D y proporciona una base para startups tecnológicas con alto potencial de crecimiento", indican desde la oficina europea.

Respecto a las principales líneas en las que se trabaja en materia de salud están equipamientos médicos; implantes y prótesis; fármacos y productos farmacéuticos; órganos y tejidos artificiales, material formativo y artículos dentales. Según se recoge en el informe, los principales productos presentados han sido: dispositivos ortopédicos de aleación de titanio (implantes de cadera); adaptaciones para coronas y puentes; audífonos; e implantes para trastornos faciales y craneales.

Más en profundidad, la fabricación en 3D ha tenido un impacto real en los implantes de los que hemos hablado, ya que ahora se producen con geometrías precisas y específicas del paciente, lo que mejora el ajuste y la funcionalidad. Además, en cirugía pueden usar modelos anatómicos complejos; mientras que en las prótesis se opta por diseños personalizados que mejoran el confort y la movilidad de las personas.

"Las técnicas de bioimpresión han demostrado buenos resultados en ingeniería de tejidos, con la capacidad de crear órganos artificiales, injertos de piel e incluso vasos sanguíneos funcionales. Esta tecnología también juega un papel vital en la creación de procedimientos quirúrgicos específicos para cada paciente, que aseguran la precisión y eficiencia durante los procesos", concluyen.
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