Redacción. Madrid
La obsolescencia de los equipos de tecnología sanitaria instalados en España, sumado al descenso del nivel de servicios de mantenimiento, compromete la seguridad de los profesionales sanitarios y pacientes. Por este motivo, resulta “cada vez más necesario que las autoridades sanitarias sean conscientes de la importancia de dotar a los centros de servicios propios de Electromedicina que cuenten con personal cualificado en la materia, que se encargan tanto del mantenimiento como de la gestión y renovación de estos equipos”.
El presidente de la Seeic, Jesús Lucinio Manzanares.
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Así lo ha puesto de manifiesto la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (Seeic), tras la publicación del estudio
Perfil Tecnológico Hospitalario en España elaborado por el sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), actualizado a diciembre de 2014, que ha puesto de manifiesto que uno de cada cuatro equipos de diagnóstico, monitorización y terapia en los hospitales de las distintas comunidades autónomas en nuestro país está obsoleto.
“Contar con personal cualificado en el sector de las tecnologías sanitarias que se encargue tanto de la adquisición, como de la gestión y el mantenimiento de este tipo de aparatos no es solo una necesidad, sino que es una apuesta de futuro para garantizar la calidad de la asistencia a los pacientes y la sostenibilidad de los centros”, ha señalado Jesús Lucinio Manzanares, presidente de la Seeic.
En este sentido, esta Sociedad pone de relieve que “las decisiones para el correcto aprovechamiento de los recursos tecnológicos sanitarios residen en el Servicio de Electromedicina e Ingeniería Clínica, que se encarga del desarrollo, aplicación, mantenimiento y gestión de los equipos, instalaciones y accesorios médicos, los conoce y sabe en qué parte del hospital encajan”.
Sin embargo, la realidad en España es muy distinta, ya que estos servicios son casi inexistentes y los centros optan por la externalización “por un desconocimiento generalizado de su correcta y eficiente gestión”, según esta sociedad científica.
“Estos servicios deberían tener un papel estratégico en el organigrama de los centros sanitarios del Sistema Nacional de Salud (SNS), para velar por la seguridad del paciente y del equipo clínico/asistencial, ya que realizan un papel clave en el asesoramiento del personal sobre los avances y nuevas aplicaciones de la tecnología médica, así como de los directivos del centro y gestores públicos en los procesos de compra o renovación”, ha incidido Manzanares.
Además, la externalización indiscriminada de estos servicios no aporta soluciones al parque tecnológico de los centros sanitarios, ya que su gestión y mantenimiento no son supervisados por profesionales propios del SNS, ni están controlados por indicadores que garanticen, a medio y largo plazo, su eficiente y óptimo funcionamiento, lo que está generando un desgaste más rápido de la tecnología y una pérdida de control sobre los niveles de calidad y seguridad de los equipos.
Grado Superior de Electromedicina, una necesidad
La actual situación de la gestión de la tecnología sanitaria genera un incremento general en la pérdida de la trazabilidad del mantenimiento efectuado a los equipos, tal y como se refleja en el estudio de Fenin y como denuncia la Seeic. “Es necesario que las administraciones dediquen esfuerzos para poner en marcha y optimizar los procesos de trazabilidad de la obsolescencia tecnológica sanitaria, que se sensibilicen con su aprovechamiento, en vez de desecharla directamente como ocurre en muchos centros sanitarios o asistenciales”, ha precisado el presidente de esta Sociedad.
Debido a la importancia de este asunto, la trazabilidad de la obsolescencia tecnológica se ha incluido en la parte formativa a desarrollar en el próximo Título Formativo de Grado Superior en Electromedicina Clínica, que previsiblemente será aprobado el próximo mes, tal y como afirma Manzanares, quien formó parte del Grupo de Trabajo en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) de dicho título, además de representantes de Fenin y otros profesionales de la Electromedicina.
“Con este grado superior en el área de la Electromedicina saldrán profesionales cualificados para insertarlos en el mercado laboral y no depender de la externalización de servicios sanitarios, lo que permitirá crear entre 15.000 y 20.000 puestos de trabajo en los próximos 10 y 15 años en España”, concluyó Manzanares.