La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria,
Fenin, ha publicado un Documento de Posicionamiento sobre la
seguridad en la atención sanitaria, basado en la idea de que avanzar en esta área debe ser una responsabilidad compartida por
pacientes, familiares y profesionales de la salud.
Dicho trabajo, elaborado por la Comisión de Seguridad en la Atención Sanitaria de Fenin, se ha dado a conocer con motivo del
Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que se celebra el
17 de septiembre, establecido por la Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019 con el fin, según esta institución, de “fomentar la colaboración de la población para que la
atención de salud sea más segura y promover las acciones mundiales encaminadas a
prevenir y reducir los daños causados a los usuarios”.
"Cultura de la seguridad"
Las
carencias en la seguridad del paciente, más evidenciadas durante el Covid-19, se traducen en elevados costes en cuanto a
morbi-mortalidad y sobre el sistema sanitario, por lo que Fenin apuesta por la promoción de una "
cultura de la seguridad" en la Atención Sanitaria, mediante la puesta en marcha de prácticas seguras en las que a día de hoy la
Tecnología Sanitaria desempeña un papel esencial, tal y como refleja en el
Documento de Posicionamiento.
La prevalencia de infecciones relacionadas con la
asistencia sanitaria (IRAS) en España, según el Centro Nacional de Epidemiología (CNE), se situaba en el
7% antes de la pandemia del coronavirus, por encima de la media europea (5,7%), con un predominio de las infecciones de localización quirúrgica (26,2% del total), seguidas de las infecciones respiratorias (19,7%).
Sin embargo,
la tasa de este tipo de infecciones ha aumentado durante la pandemia en todo el mundo, como revela un reciente estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los datos de la
Red Nacional de Seguridad Sanitaria (NHSN) de Estados Unidos publicado en la revista 'Infection Control & Hospital Epidemiology', de la Sociedad de Epidemiología Sanitaria de América. El aumento de pacientes que requieren el uso de dispositivos como
catéteres o respiradores, así como la
falta de personal y de suministro, son factores implicados en el incremento de las infecciones.
Mejora de la seguridad mediante seis bloques
Con el fin de
prevenir problemas de seguridad en la atención sanitaria, tal como consta en el Documento de Posicionamiento, Fenin considera prioritario “fomentar una verdadera
cultura de seguridad en todos los ámbitos de la asistencia sanitaria”.
En este punto, hace referencia a la necesidad de aplicar las directrices del documento “
Adaptación en la UCI de las recomendaciones de los Proyectos Zero durante la pandemia por SARS-CoV2”, del Consejo Asesor del Programa de Seguridad de Pacientes Críticos del Ministerio de Sanidad, con el fin de homogeneizar los cuidados de los el a y
minimizar el riesgo de infecciones relacionados con su uso. Para cumplir estos objetivos, se recomienda la promoción de sesiones online con los coordinadores de dichos proyectos y la formación del
personal sanitario de las UCI en estas iniciativas.
Prevenir eventos adversos
El Documento también propone la
extensión de los Proyectos Zero al resto de unidades y servicios hospitalarios, para estandarizar las buenas prácticas, homogeneizar los procesos sanitarios y disminuir las denominadas IRAS. Para ello, Fenin apuesta por la implementación de
Sistemas de Registro y Notificación de eventos adversos en todos los hospitales y promover la participación voluntaria y anónima de los profesionales sanitarios.
El segundo de los puntos en los que se centra el documento de posicionamiento de la federación es la
prevención de eventos adversos, que pasa por
potenciar la implicación de profesionales y pacientes a la hora de prevenir, evitar y reportar dichas incidencias. Para conseguirlo, también se apuesta por la
estandarización y mejora continua de los procesos, así como por incidir en cada uno de los eslabones de la cadena del medicamento y avanzar en la información compartida, que
evita errores en la administración de la medicación. En este punto, la innovación tecnológica ofrece soluciones para minimizar este riesgo.
Investigación e innovación
La incorporación eficiente de la
innovación tecnológica es otra de las medidas clave para
mejorar la seguridad en la atención anitaria, que precisa del trabajo conjunto con las comunidades autónomas para conocer el mapa del
parque tecnológico actual en los hospitales y centros sanitarios y también de una planificación adecuada para la renovación de los equipos.
La labor de la industria de la Tecnología Sanitaria es fundamental para g
arantizar la calidad, la seguridad y la estandarización de procesos en la actividad asistencial gracias a las tecnologías innovadoras que ponen a disposición del sistema sanitario. La aportación de esta industria también destaca en lo que se refiere a la sostenibilidad del sistema sanitario, que centra otro de los
bloques de medidas propuestas por Fenin.
Protocolos o guías de práctica clínica
Para lograr un
ahorro de costes, también se considera necesario
potenciar la colaboración entre comunidades autónomas, lo que conducirá a una mejora de la cohesión y la equidad del sistema, así como el establecimiento de métricas para determinar el
valor real de las innovaciones.
Asimismo, la industria despliega una importante labor en materia de formación continuada de los profesionales sanitarios apoyados en la
elaboración de protocolos o guías de práctica clínica. La formación continuada debe ser otro de los puntales para avanzar en materia de seguridad. Concretamente, la
industria de Tecnología Sanitaria aporta su conocimiento de formador técnico al personal clínico, y con capacidad de protocolizar todos los procesos relacionados con la
seguridad del paciente.
Contratación pública sostenible
Los sistemas de
adquisición de soluciones tecnológicas también juegan un papel crucial en lo que se refiere a la seguridad en la atención sanitaria. En este sentido, Fenin propone una
contratación pública sostenible que valore la calidad y los resultados en salud, con un modelo que favorezca la compra basada en el valor, tal como establece la
Ley de Contratos del Sector Público (LCSP), la mejor garantía para que el sistema cuente con
Tecnología Sanitaria de calidad.
Impulsar la
medición de resultados y el benchmarking, en coordinación con las comunidades autónomas, permitiría asimismo establecer un sistema de mejora continua y compartir buenas prácticas, según refleja el
Documento de Posicionamiento de Fenin. En el camino hacia un nuevo modelo asistencial basado en valor, es fundamental una mejora de la
financiación de la Sanidad y políticas de compra que prioricen la calidad y los resultados al precio.
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