Europa plantea adquirir tecnología sanitaria en base al consumo de energía

Una de las soluciones es adaptar las opciones tecnológicas a las crisis de salud específicas

Laurent Muschel, director en funciones de HERA.

19 abr 2024. 12.30H
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La pandemia del Covid-19 dejó muchas lecciones y puso al límite los engranajes mundiales. Por ello, Europa se ha empleado a fondo en remediar algunos de los problemas que salieron a la luz en aquel momento. La Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) de la Comisión Europea (CE) acaba de publicar, en colaboración con el Centro Común de Investigación (JRC), el análisis 'Supresión de la transmisión de patógenos en interiores: un estudio de previsión tecnológica' que evalúa tecnologías para gestionar la transmisión de patógenos en interiores.

Tal y como explican, el objetivo de este texto es informar a los responsables políticos y a las partes interesadas de la industria sanitaria sobre los enfoques más eficaces para abordar esta transmisión, sobre todo en el caso de las pandemias.

"Los patógenos transmitidos por el aire representan un importante riesgo de pandemia debido a su amplia diseminación y la suspensión prolongada de partículas en aerosoles en ambientes interiores. Incluso dejando a un lado las pandemias, los costes económicos y de salud pública de las enfermedades respiratorias estacionales son inmensos", sostienen desde la HERA.

En este sentido, la investigación profundiza en cuál es el panorama tecnológico sanitario destinado a mitigar la transmisión de patógenos transmitidos por el aire en interiores, crucial para los esfuerzos de salud pública en la prevención de enfermedades. Los expertos consideran interesantes algunas tecnologías para la detección de patógenos y la descontaminación del aire y de superficies. De hecho, evalúan cuál es su durabilidad, el impacto sanitario y los posibles métodos de financiación.

La investigación ha llegado a algunas conclusiones importantes. Por ejemplo, los sistemas de filtración y ventilación bien establecidos son los mejores para la captura y limpieza de gérmenes del aire interior. Además, la radiación ultravioleta y la amplificación de ácidos nucleicos también ocuparon un lugar destacado en términos de impacto.

"El estudio también destacó la necesidad de un enfoque diferente a la hora de adquirir  tecnologías, considerando factores como el consumo de energía, las limitaciones de implementación y la rentabilidad. Por ejemplo, los sistemas de filtración y ventilación, aunque son eficaces, consumen mucha energía. De manera similar, la radiación ultravioleta, aunque también es útil, plantea riesgos potenciales para la salud humana si no se aplica con precaución", indican.

Estrategia integral para la calidad del aire interior


De manera que, para evitar futuras pandemias el estudio recomienda el desarrollo de una estrategia integral para la calidad del aire interior, lo que requiere la colaboración entre varias partes interesadas como son profesionales sanitarios, reguladores, científicos, etc. Esta estrategia debería proporcionar orientación sobre límites saludables de concentración de patógenos en el aire interior, equilibrando la prevención de enfermedades con la preservación del microbioma y el sistema inmunológico humanos.

"Se han identificado tecnologías emergentes prometedoras, como biosensores y muestreadores de aerosoles, lo que indica la necesidad de un mayor desarrollo y perfeccionamiento. Además, los ejercicios de planificación de escenarios enfatizaron la importancia de adaptar las opciones tecnológicas a crisis de salud específicas, como brotes de tuberculosis o pandemias de influenza", indican.

En definitiva, el estudio elaborado por HERA y JRC pone en valor la necesidad de basar las políticas en evidencia. De manera que se anticipen los desafíos y oportunidades futuros y los responsables de la formulación de políticas pueden desarrollar estrategias resilientes para abordar eficazmente las amenazas emergentes para la salud.

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