A pesar de que
España posee uno de los sistema sanitarios más eficientes de Europa,
según la Comisión Europea, está claro que esto no es por su gasto sanitario (por debajo de la media continental) ni por la
disponibilidad de determinadas tecnologías.
Este es el caso de los
aparatos para hacer tomografías computerizadas o TAC, que permiten diagnosticar infecciones, guiar al cirujano en una operación o hacer más precisa una biopsia. Datos de la Comisión indican que el Sistema Nacional de Salud (SNS) dispone de 1,8 de estos escáneres por cada 100.000 habitantes. Es decir, que
no hay ni siquiera un aparato por cada 50.000 españoles.
Esto coloca a España
por debajo de la media europea de disposición de TAC, que está en 2,2 por cada 100.000 habitantes. El país de la Unión Europea que lidera este campo es
Islandia, con cuatro escáneres por cada 100.000 ciudadanos.
Hungría es
farolillo rojo, puesto que no llega a uno (0,8).
Resonancias magnéticas
Este país de Europa Central también es colista europeo en el campo de
resonancias magnéticas. Hungría
solo cuenta con un aparato de estas características por cada 250.000 ciudadanos, cuando la media europea está en uno por cada 66.666 habitantes.
De hecho, en este ámbito,
España está por encima de la UE, con un aparato para hacer resonancias magnéticas por cada 62.500 habitantes. Sin embargo, se queda muy lejos del líder europea, que es
Alemania, que cuenta con un aparato de estas característica por cada 29.411 ciudadanos.
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