El establecimiento de un método común para la
evaluación de los riesgos derivados de la manipulación de
medicamentos peligrosos ha copado buena parte de la mesa ‘Prevención de riesgos y vigilancia de la salud en medicamentos peligrosos’, en cuadrada en el
II Encuentro Nacional de Medicina y Enfermería del Trabajo. En él, los especialistas en la materia han defendido la elaboración de un
protocolo de actuación para profesionales expuesto y la necesidad de
“centralizar las preparaciones de todos los medicamentos peligrosos en los servicios de Farmacia”.
“Queremos hacer una llamada de atención a las autoridades competentes en la materia para establecer un
método homogéneo para la evaluación de los riesgos derivados de la manipulación de medicamentos peligrosos”, ha señalado la jefa del servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital 12 de Octubre (Madrid), Carmen Muñoz Ruipérez. Del mismo modo, ha abogado por la elaboración de un
“protocolo médico específico a aplicar en los profesionales que están expuestos al manejo de este tipo de fármacos”. “El motivo radica en que actualmente no existe una evaluación adecuada de la magnitud del riesgo que supone la exposición a medicamentos peligrosos acorde a una evaluación de la probabilidad y sus consecuencias”, ha añadido.
Muñoz Ruipérez, que ha ejercido como moderadora de la jornada, ha puesto de manifiesto que “uno de los mayores retos del sistema sanitario, por el coste organizativo y económico que supone, es centralizar las preparaciones de todos los medicamentos peligrosos en los servicios de Farmacia”.
Esther Sánchez Corral, técnico superior de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario 12 de Octubre, de acuerdo con la postura de Muñoz en relación a la necesaria centralización de los preparados de medicamentos peligrosos, explica que “aunque en el caso de los antineoplásicos está bien establecida su preparación en los servicios de farmacia hospitalaria, otros medicamentos que no pertenecen a este grupo
se preparan en las unidades clínicas por parte de personal de Enfermería”.
En este sentido, Sánchez alertó de que“se deben primar las medidas técnicas, las protecciones colectivas y las medidas organizativas frente a la protección individual (EPI)” y destacó la importancia de la formación y la información que se le facilita a los trabajadores acerca de los riesgos, los procedimientos de trabajo que tienen que seguir, el uso correcto de EPI y los sistemas seguros para la manipulación de los medicamentos.
Durante el simposio se han revisado estos aspectos, así como otros específicos como las características del
sistema de clasificación de los medicamentos peligrosos, los beneficios de los
sistemas cerrados de transferencia de medicamentos, la actuación en caso de
exposición accidental y los costes en la incorporación de todas las medidas recomendadas.
Junto a estas expertas, en la mesa han participado Olga Delgado, jefe del servicio de Farmacia del Hospital UniversitariSon Espases de Palma de Mallorca y Nuria Sánchez, coordinadora de Área Sanitaria, Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Sescam.
Evaluación para mejorar las prácticas
En el simposio se puso de manifiesto la evidencia de que existe
contaminación de medicamentos peligrosos en las superficies de trabajo. Por ello, asegura Muñoz, “ha quedado patente quedebe insistirse en las medidas organizativas, de higiene y procedimientos de trabajo seguro en la manipulación de medicamentos peligrosos, especialmente durante la preparación”. En este sentido, se puso de manifiesto la utilidad de realizar muestreos como
medida de control (no tanto para evaluar la exposición de los trabajadores) que permitiría identificar si los métodos de limpieza y trabajo son los adecuados con el fin de llevar a cabo mejores prácticas, si fuera necesario.
En este sentido, se reconoció el papel del Observatorio Nacional de prácticas seguras en el manejo de medicamentos peligrosos, al que se accede a través de la web de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, y que tiene como objetivo mejorar el manejo y cumplimiento de las normas de manipulación de estos tratamientos. La recogida de información se realiza a través de un auto-cuestionario que indica el nivel de complimiento de las recomendaciones y en cuya respuesta deben participar representantes de enfermería, calidad, farmacia y prevención de riesgos laborales.
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