Los días 7 y 8 de noviembre se celebra el
‘Complex Aorta Symposium Oviedo’ (CASO), una cita científica que congrega a un
centenar de expertos nacionales e internacionales en el campo de la Cirugía Cardiaca y Vascular para abordar el manejo de la patología de la aorta compleja. Manuel Alonso, jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y Jacobo Silva, jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca, dirigen esta reunión, celebrada en el centro sanitario asturiano con la colaboración de
Cardiva, que supone una puesta al día para
garantizar los mejores resultados en personas que presentan problemas complejos que afectan a la aorta. Para ello, abordan al paciente de manera integral y multidisciplinar, y trasladan a la práctica diaria las últimas técnicas y dispositivos.
El gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA),
Aquilino Alonso, y
Beatriz López Muñiz, gerente del Área Sanitaria IV (HUCA), han inaugurado el encuentro que, en su cuarta edición, se ha convertido en uno de los congresos de mayor nivel científico sobre aorta en Europa, contando con la participación de numerosos ponentes de renombre internacional. Silva agradece el apoyo de la Consejería de Salud del Principado de Asturias porque
“este tipo de eventos constituyen una herramienta fundamental para compartir conocimiento y mejorar los resultados en salud”.
Según los especialistas, la patología de la aorta compleja es grave y su tratamiento consume gran cantidad de recursos. Afortunadamente, no es de las más frecuentes, pero su prevalencia va en aumento, tanto por el empleo generalizado de pruebas de imagen, como por el envejecimiento de la población. No obstante, el síndrome aórtico agudo y la disección aórtica afectan a un subgrupo de pacientes más jóvenes. En concreto,
se estima una incidencia aproximada de tres casos por 100.000 habitantes/año para la disección aórtica aguda y de seis casos por 100.000 habitantes/año para aneurismas toracoabdominales.
“El tratamiento de este tipo de patología
supone un elevado consumo de recursos económicos y disponer de una dotación tecnológica moderna y compleja. Además, para poder llevar a cabo con garantías dichos procedimientos, tenemos que contar con un amplio dispositivo humano con formación en técnicas muy avanzadas, tanto en cirugía abierta como endovascular, durante todos los pasos del proceso (diagnóstico, preoperatorio, intervención, postoperatorio y seguimiento).
La única forma de poder hacerse cargo del tratamiento global de la aorta compleja implica, necesariamente, la coordinación y colaboración multidisciplinar con el objetivo de la excelencia, siendo siempre el paciente lo primero”, explica Alonso.
"La IA ayudará a tomar decisiones en funcion de los riesgos"
Durante siete sesiones, referentes de grandes centros españoles y europeos (Italia, Alemania, Francia, Suiza, Reino Unido, Países Bajos, Suecia, Serbia y Portugal), así como de Estados Unidos y China, analizan la patología compleja que afecta a la aorta en su totalidad,
desde la imagen diagnóstica y los avances tecnológicos, hasta la preparación preoperatoria y los cuidados postoperatorios.
En el simposio, los expertos cubren el tratamiento de forma integral, incluyendo el arco aórtico y la aorta yuxta o pararrenal y toracoabdominal, tanto desde el punto de vista endovascular, como a través de la cirugía abierta, ya que hay un significativo número casos donde esta última es la mejor opción. No obstante, en el ámbito endovascular, los especialistas afirman que el mayor desarrollo se ha dado en las nuevas endoprótesis fenestradas, endoprótesis con ramas y con fenestraciones precanuladas que facilitan el tratamiento de estos casos.
“La cirugía abierta sigue siendo el tratamiento de elección para la resolución de la patología del arco aórtico; solo en casos de alto riesgo se pueden emplear otras opciones. Sin embargo, se ha avanzado mucho en técnicas menos invasivas. El avance más importante es la utilización de procedimientos híbridos (cirugía más endoprótesis en el mismo acto quirúrgico), que simplifican la intervención, la protección cerebral y de otros órganos, y el manejo postoperatorio.
Con estos cambios, hemos mejorado mucho los resultados hoy en día”, detalla Silva.
Además, los especialistas señalan que, en el aspecto puramente técnico, el objetivo en el futuro será llevar a cabo los procedimientos con mínimas dosis de radiación.
“Respecto a técnicas de imagen, destacan las tecnologías que permiten la navegación endovascular disminuyendo la dosis de radiación, porque facilitan los procedimientos y los hacen más seguros”, indica Alonso. En línea con la seguridad, “estamos explorando algoritmos de inteligencia artificial que permiten relacionar variables y predecir el riesgo de una determinada complicación en la práctica clínica, por ejemplo, cómo se ajustará una endoprótesis a una anatomía concreta, el riesgo de presentar trombosis, etc. En definitiva, la IA ayudará a tomar decisiones individualizadas, en función de los riesgos, tanto en cirugía abierta como endovascular, y podrá sugerir cuidados postoperatorios y de seguimiento para cada paciente”, concluye Alonso.
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