Contar con un
parque tecnológico actualizado en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es imprescindible para garantizar la seguridad de los pacientes, diagnósticos más tempranos y tratamientos más precisos. El Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología
(Inveat) supuso una vuelta de 180º y, gracias a los fondos europeos, España se acercó a los niveles tecnológicos del resto de países miembros y
redujo la obsolescencia de una gran parte de familias tecnológicas del SNS. La idea de la Administración es que esto no se pare ahí y ya ha puesto en marcha otros proyectos como el Plan de Acuerdos Marco de Equipos de Alta Tecnología Sanitaria del
Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), llamado Plan AMAT-I. De todo ello hablamos en este debate organizado por
Redacción Médica con la colaboración de la
Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
"El
parque tecnológico en el SNS ha cambiado de forma radical. Asemejándolo a la terminología médica, hemos pasado de ser un paciente crítico a ser un paciente estable. Hemos mejorado muchísimo la situación en la que estábamos y hemos evolucionado hacia donde tenemos que ir, aunque todavía queda por hacer. El panorama ha cambiado después del plan Inveat que ha traído la renovación y/o ampliación de
850 equipos y 795 millones de inversión", afirma Francisco Vázquez, presidente del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de
Fenin.
Francisco Vázquez, presidente del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin.
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La situación antes era muy diferente y desde la industria la conocen bien. Tal y como relata
Carlos Sisternas, coordinador del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin, en 2009 empezaron a elaborar informes periódicos. En el primero de ellos se reflejaba que la tecnología del SNS estaba en una posición que se podría definir como "mediana", sin embargo, se empezó a
"degradar mucho" en los siguientes años por la falta de inversión. Los datos son bastante negativos y es que hace unos años, en
equipos de resonancia magnética, España tenía la última posición de los 26 países europeos. Por lo tanto, se partía de una situación "mala o muy mala".
Sisternas: "El Plan Inveat ha hecho que ganemos en equidad tecnológica en el territorio nacional"
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El
Plan Inveat llegó para
transformar este panorama y acabar con la obsolescencia, pero no se quedó solo ahí, sino que también
abordó el mejor acceso a las tecnologías sanitarias. "El paciente que estaba en un pueblo y que tenía que hacer 150 kilómetros para llegar a su tomografía computarizada (TAC) ahora mismo ya no lo tiene que hacer porque ya se ha dotado también de una manera uniforme la capacidad o el acceso que tiene ese paciente al equipo de alta tecnología que necesita, hemos
ganado en equidad en el territorio nacional", indica Sisternas.
Carlos Sisternas, coordinador del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin.
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El director orquesta de este ambicioso plan ha sido el
Ingesa y Javier López, subdirector general de Asuntos Generales y Económico Presupuestarios de este organismo, lo conoce de primera mano. Tal y como señala, fue el
Ministerio de Sanidad el que les encomendó elaborar el proyecto con la elaboración de pliegos, ya que tenían experiencias previas desarrollando
acuerdos marco de compras centralizadas, tanto de medicamentos como de productos sanitarios.
López: "Desde el Ingesa nunca habíamos abordado un plan tan ambicioso como fue el Inveat, con pliegos complejos"
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"El riesgo que teníamos en Ingesa es que
no contábamos con personal cualificado para la elaboración de los pliegos. Por eso, nunca, hasta ese momento, habíamos abordado
un plan tan ambicioso como fue el Inveat. Pero el Ministerio nos puso en contacto con profesionales que fueron capaces de poner en marcha estos pliegos tan complejos sobre equipos sanitarios como puede ser una
resonancia o equipos de tomografía", admite López, que añade que ellos se encargaron de organizar más de 50 mesas de contratación en poco más de tres meses, celebrando tres mesas diarias.
Javier López, subdirector general de Asuntos Generales y Económico Presupuestarios de Ingesa.
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"Nos cambió el ritmo y la forma de ver los acuerdos marco. Fuimos capaces de adjudicar estos ocho acuerdos marcos del plan en un tiempo récord de algo más de tres meses. Fue
muy estresante y muy gratificante porque estábamos facilitando la incorporación de una
alta tecnología puntera al SNS, casi estamos hablando de casi 800 millones de euros que redundan en el bienestar del paciente. Estamos muy satisfechos", argumenta el funcionario.
Sin duda, esta renovación tecnológica supuso un 'antes y un después' en los pacientes. Pero también para los profesionales.
Milagros Otero, presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), participa también en este debate donde explica que había
"desventajas" de los residentes españoles en cuanto a la formación que reciben sus homónimos europeos en la práctica clínica radiológica, debido a este
número de años que acumulaban las máquinas. Así que las nuevas generaciones están "al nivel de sus compañeros", lo que logra en una mejor calidad asistencial.
Otero: "Con los nuevos equipos tecnológicos los diagnósticos son más rápidos, precisos y tempranos"
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Sin duda, los pacientes notarán la mejoría cuando acudan a estas salas. "Ha sido una mejora asistencial muy clara para el paciente porque disponemos de
equipos mucho más rápidos y seguros, que nos permiten hacer estudios con menos radiación. Ya vienen con programas de inteligencia artificial y con unas plataformas de postprocesado de la imagen médica que nos permite hacer diagnósticos de enfermedades en un periodo o en una fase mucho más precoz. Son diagnósticos
más rápidos, precisos y tempranos. Todo ello redunda en una mejor salud pública", reflexiona Otero.
Milagros Otero, presidenta de la Seram.
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Tecnologías excluidas del Plan Inveat
No obstante, aunque el Plan Inveat llegó a un gran número de familias consideradas "alta tecnología", hubo otras que se quedaron fuera y también son fundamentales en la prestación asistencial, ya que la
tecnología sanitaria es muy amplia. Por ello, Sisternas apunta que este proyecto es "la punta del iceberg" y ahora queda "todo lo que hay por debajo". Como ejemplos, los expertos mencionan que habría que darle
más capacidad diagnóstica a la Atención Primaria para liberar la carga que llega a los hospitales.
"El plan Inveat ha sido una inversión muy importante en grandes equipos, pero nos hemos olvidado de los satélites, las
plataformas de inteligencia artificial, los impulsores y de todo lo que es tecnología, que también hay que renovarlo para que el
conjunto de los equipos esté actualizado", sostiene el coordinador del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin.
En el debate han puesto énfasis en atender las necesidades asistenciales para mejorar la planificación futura.
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De la misma opinión es la presidenta de Seram, quien subraya que el
80 por ciento de los diagnósticos se basan en imagen médica y "de ahí la importancia de tener un buen equipamiento". "Pero el equipamiento no trabaja solo, es decir, luego tiene que haber
plataformas de postprocesado y unos buenos sistemas informáticos en el servicio y en el hospital que permitan manejar todos esos estudios. Eso no se ha contemplado a corto plazo. Poco importa que tengamos un equipo de TAC que haga un TAC por segundo, si luego yo no puedo
procesar tal cantidad de imágenes. Eso también necesita renovación porque si no, no vamos a sacar todo el provecho que podríamos sacar de la tecnología que tenemos actualmente", destaca Otero.
En definitiva, cobra más importancia que nunca enfocarse en
atender las necesidades asistenciales. Aquí entrará también la
planificación a corto plazo de qué va a necesitar el SNS, sobre todo porque no serán las mismas en los próximos años. "El plan tiene que ser
de la mano de los profesionales, que son los que nos dan la visibilidad de lo que necesitan en su día a día, e ir abordándolo en el corto plazo con planificación", incide Vázquez.
Además de planificación, otra palabra que se ha puesto sobre la mesa
ha sido continuidad, a lo que el Ingesa ha respondido con el Plan AMAT-I, que ha conseguido
involucrar a muchas familias que se quedaron fuera del proyecto avalado por fondos europeos. Según describe López, desde el instituto se mandaron unos cuestionarios a las comunidades autónomas para preguntar qué equipos son los que necesitaban renovar de una manera más rápida. A lo que se suma la información proporcionada por las sociedades con estudios sobre obsolescencia y que
culminaron en 166 acuerdos. Sin embargo, los movimientos políticos del año pasado "complicaron la puesta en marcha y dilataron los procesos".
Sisternas indica que planificar para "invertir en tecnología sanitaria a tiempo" es clave.
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Planificación para el futuro del parque tecnológico
Todos los componentes de esta mesa han estado de acuerdo en que la
planificación será clave. Para ello, habrá que saber cuáles son las necesidades del SNS y planear las inversiones a medio y largo plazo. "Tenemos que planificar el futuro para hacer las cosas bien y
que no volvamos dentro de diez años a reunirnos a hablar de otro nuevo Plan porque no invertimos el dinero a tiempo", reflexiona Sisternas.
No obstante, para planificar hay que también
tener conocimiento de las tecnologías y resultados de cómo se están utilizando. Según Vázquez, no es lo mismo la carga de trabajo que soportan los equipos si están en Atención Primaria a si están en un hospital. A ello también se suma la
fragmentación del sistema sanitario, puesto que cada comunidad autónoma tiene el suyo propio, lo que dificulta una homogeneidad.
"Necesitamos
tener un criterio único a la hora de definir qué equipos o qué tecnología es obsoleta; no solo basado en la edad, sino basado en el uso, en las
tendencias sanitarias y en las necesidades de los profesionales. No tenemos que tener un equipo cardiovascular de altas prestaciones en cada centro de salud, pero sí que tiene que haber centros de referencia donde esto se pueda hacer y organizar a la comunidad de la población para que tengan
acceso a ello en base a la demanda que hay de estudios cardiovasculares", apunta Vázquez.
Todos los participantes coinciden en que los equipos tecnológicos actualizados hacen posible un sistema sanitario sostenible.
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En definitiva, para una correcta planificación, el presidente del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin apuesta por un
plan nacional de obsolescencia en el que se tengan en cuenta todos estos factores y que las comunidades autónomas, a través del Ministerio de Sanidad, tengan estos criterios para definir cuál es su plan de inversión para incorporar ese dinero en los presupuestos: "Paso a paso, año a año, iremos mejorando nuestra base instalada y sobre todo haremos un
sistema sanitario sostenible".
Por su parte, Otero detalla que los primeros equipos que se renovaron con el Plan Inveat ya tienen tres años y "no hay datos recogidos de ellos", por lo que va a ser difícil saber cuándo renovarlos si se carece de
información "fiable, centralizada y recogida". "La solución sería un registro unificado de todos estos datos", añade. Apoyando esta idea, Sisternas dibuja también la opción de que cada hospital conozca sus equipos y el estado de los mismos y así conseguir un
retrato de la situación tecnológica por centros y comunidades.
Vázquez: "Podría estudiarse un plan de incentivos a las CCAA que quieran seguir los planes de actualización de tecnología sanitaria"
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Sin embargo, para López, no solo hay que tener un inventario de equipos centralizado donde se "marque el límite de obsolescencia y uso", también una
financiación más dirigida a la renovación. A esto se podría sumar un
plan de incentivos para las comunidades autónomas que decidan seguir los planes de actualización que pone el Ministerio, explica Vázquez.
¿Somos conscientes de los beneficios que puede aportar la última tecnología? Estos equipos han
reducido la radiación hasta en un 80 por ciento, a pesar de obtener la misma calidad de la imagen médica. Además, la capacidad de producción es más alta y se logran más diagnósticos tempranos. "Esto se traduce en pacientes más sanos, pronósticos a largo plazo más buenos, con lo cual eso hace que
sea más sostenible el sistema. Con lo cual aquí hemos de pensar que esto es el caballo de Troya, el nuevo equipo tiene que llevar aparejado: cambios estructurales, nuevos sistemas de trabajo, nuevos profesionales,
incorporar más profesionales y mayor formación", concluye Sisternas.
Conclusiones
Milagros Otero. El plan Inveat y el AMAT-I han sido
piedras angulares de la renovación tecnológica ojalá vengan más, pero necesitamos datos centralizados para planificar y gestionar los activos que tenemos para no volver a estar en la situación que estábamos antes. Me gustaría tener
previsión de financiación a medio y largo plazo, porque la tecnología tiene que implementarse, actualizarse y mantenerse. Debe haber planes de mantenimiento y de formación de los profesionales y entre los actores decisivos
tienen que estar las sociedades científicas. Nosotros, la Seram, somos el garante de una práctica radiológica de calidad y, por lo tanto, estaremos encantados de participar en todo lo que sea posible para
mejorar la tecnología presente y futura del país.
Francisco Vázquez. Yo quiero que nosotros como pacientes seamos el centro de la ecuación y no la incógnita. Quiero que la
sanidad sea accesible para todos y que recibamos el máximo nivel de atención sanitaria que nos merecemos. La colaboración con planificación
nos va a llevar a la sostenibilidad y a un alto nivel de calidad asistencial. Con nuestros profesionales y con la tecnología que tenemos en el mercado podemos ser los mejores del mundo y creo que estamos en el camino si seguimos así.
Javier López. A mí me gustaría tener una
radiografía de los equipos de alta tecnología de los hospitales para saber su nivel de obsolescencia. Esto me va a agilizar mucho la toma de decisiones. Ya hemos visto que tenemos acuerdos marcos que han resultado un éxito y
deseo poder tener más financiación para asegurar que los planes salen adelante. Agradecer a las sociedades y a la industria la ayuda que nos brindaron con el Inveat y el AMAT-I. Estos proyectos
reducen el nivel de ingresos de los pacientes porque detectan enfermedades en estadios anteriores de lo que lo estaban haciendo los equipos con más años.
Carlos Sisternas. Esto no es un gasto, es una inversión. Los próximos años deberíamos buscar conceptos más amplios de lo que sería el
ciclo de vida de los equipos y, desde luego, deberíamos garantizar que hubiera la financiación suficiente. No nos olvidemos de que el mundo digital va a ser una revolución enorme, como la inteligencia artificial. Tenemos que meter
modelos de negocio con inversión, porque al final una parte importantísima de las prestaciones del equipo van a estar basadas en equipos o en
modelos de inteligencia artificial. Por último, pedimos a la Administración sanitaria que nos siga teniendo en cuenta y que podamos colaborar con ellos. Hasta ahora, la colaboración que hemos tenido han sido ejemplos de éxito y esa es la línea que debemos seguir.
Un momento del debate 'Retos y oportunidades: radiografía del parque tecnológico del SNS'.
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