Europa ha dado el primer paso en materia de
inteligencia artificial (IA) creando un propio reglamento para la misma. Se trata de la primera ley de la historia que regula y garantiza que los sistemas de IA sean seguros y respeten la legislación y los derechos y valores fundamentales de la Unión Europea. Ahora la pelota está en el tejado de los estados miembros, que deberán
aterrizar esta normativa en sus territorios y enfocarse en algunos campos donde tiene una gran proyección, como
es el sanitario.
¿Cuándo
creará España su regulación sobre IA? ¿Qué no puede faltar en ella? Lo cierto es que parece ser que las reglas del juego podrían estar más pronto que tarde, ya que desde el sector que se dedica a crear herramientas de este tipo lo demandan más que nunca. Eso sí, hay
varios pilares base que no podrán faltar en esta esperada normativa.
"Las empresas que hacemos uso realmente sanitario tenemos que
llevar a cabo sobre todo análisis de riesgos, porque es lo que nos va a permitir
identificar los impactos y mitigar todos aquellos aspectos que puedan ir en contra de los derechos o requisitos que tiene el marco regulatorio que está ahora en vigor", explica Amalia del Val, chief legal officer de Savana.
En este sentido, a la hora de elaborar una normativa propia, España deberá
apostar por la transparencia en torno al uso de estos sistemas de
inteligencia artificial. En palabras de la abogada, esto permitirá que no se frene la innovación y que se la dote de un marco de desarrollo controlado. "Hay que conjugar esto para que no vaya en contra, que no menoscabe los
intereses públicos y los derechos fundamentales. También hay que sumar que se monitorice el
ciclo de vida de los datos que se están utilizando en estos
sistemas de IA".
Pautas "prácticas y claras" en IA
Por otro lado, una característica que es fundamental para regular la
IA son las pautas prácticas claras. Ya que por el momento "no existen unos límites claros de cómo crear pues unos regímenes de control, de
gobernanza de los datos y de supervisión específicos". Sin duda, se necesita claridad sobre los derechos y las obligaciones para lograr homogeneidad entre todos los actores del sector: "Se necesitan para que
todos sigamos las mismas reglas del juego".
Por todo ello, España no debería tardar
en sacar su propia regulación, argumenta la experta, como ya hizo con otras normas importantes como con el Reglamento General de Protección de Datos. Del Val la perfila como una norma específica "lo más
práctica e interpretativa posible". En este sentido, España ha sido bastante pionera en inteligencia artificial ya que ha creado un sandbox específico de esta materia y una
agencia española de supervisión de la inteligencia artificial.
"Además de una regulación, considero necesario que las autoridades regulatorias y agencias especializadas den unas
directrices claras y específicas a los actores de este sector para que podamos todos ir a una y trabajar en conjunto", afirma la abogada. "La inteligencia artificial tiene implicaciones en diferentes ámbitos, tanto en la
privacidad, como propiedad intelectual, como la normativa sectorial sanitaria específica. Por lo que habría que promover también códigos de buenas prácticas, que aúnen todas las obligaciones que recogen estas materias", añade.
De hecho, hay que atender también a la característica de que hay muchas empresas que son muy innovadoras y muy jóvenes. Por lo tanto, esta constante innovación requiere también un
control periódico y una evolución a la par.
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