El
diagnóstico precoz del cáncer de pulmón permite mejorar la supervivencia de los pacientes. Concretamente, se ha demostrado que la detección precoz, en estadio I, de este tipo de cáncer permite mejorar
la supervivencia a cinco años del 80 por ciento de los pacientes. Sin embargo, la identificación de los tumores pulmonares se ve dificultada porque los primeros síntomas aparecen cuando el tumor se encuentra en un estadio avanzado. La combinación de este rasgo con su carácter agresivo, convierten el cáncer de pulmón en el tipo de cáncer
con mayor mortalidad a nivel global. En España, cada año se detectan más de 29.000 nuevos casos.
En este contexto,
la innovación en el diagnóstico y tratamiento del cáncer ha hecho posible el desarrollo de nuevas herramientas más precisas y efectivas, como
la broncoscopia por navegación electromagnética (BNE) desarrollada por
Medtronic. Una nueva prueba que facilita la inspección de los pulmones para la localización de posibles lesiones y la recogida de muestras para
biopsias con un enfoque mínimamente invasivo, accediendo a los pulmones del paciente
a través de la cavidad bucal.
El disponer de una tecnología de estas características supone
un paso muy importante ya que “posibilita dar un salto cualitativo en el diagnóstico broncoscópico y el tratamiento de precisión de
las lesiones pulmonares de los que se beneficiarán los pacientes, en un momento en el que el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón es cada vez más factible y deseable”, señala el
jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Clínico San Carlos, Florentino Hernando Trancho, que ha coordinado la puesta en marcha de este sistema entre los servicios de
Cirugía Torácica y Neumología.
Un “mapa de ruta” de los pulmones
La utilización de
un navegador electromagnético endobronquial ayuda a los profesionales sanitarios a identificar de forma más precisa las lesiones pulmonares susceptibles de ser tumores gracias a
su tecnología similar a un GPS que crea un mapa de ruta de los pulmones a través del cual el médico puede acceder a los nódulos. “Nos va a permitir mejorar considerablemente el rendimiento diagnóstico de nuestros
programas de detección precoz. Por ponerlo en perspectiva, el rendimiento de una broncoscopia tradicional es del 20-30 por ciento frente al 80 por ciento al que podemos llegar con esta última versión del navegador”, señala
Elena Fernández, adjunta del servicio de Cirugía Torácica del hospital. A su vez, la aplicación de
un campo magnético de baja frecuencia mejora la visibilidad de las lesiones.
Hasta el momento, el procedimiento de broncoscopia tradicional
solo permitía acceder hasta el área central de los pulmones. Por lo que, si una lesión estaba en una zona periférica, había que recurrir a
procedimientos más invasivos para la
muestra de tejidos. “Otra de
las grandes ventajas de esta tecnología es que nos permite llegar hasta las lesiones periféricas y, además, la posibilidad de realizar en un único procedimiento los procesos de planificación, navegación y toma de muestras”, añade
María José Bernabé, adjunta del servicio de Neumología.
Además del diagnóstico, la localización más certera de las lesiones pulmonares aporta
nuevas posibilidades terapéuticas, como la extirpación exclusivamente de la zona dañada y la aplicación de tratamiento radioterápico en el área concreta donde esté ubicado el tumor. Así, durante la broncoscopia
se pueden colocar pequeños marcadores cerca del nódulo pulmonar para ayudar a guiar a un cirujano u otros profesionales sanitarios en la administración de un tratamiento específico, un abordaje que podría evitar la realización de
intervenciones quirúrgicas en determinados casos,
según las características de cada paciente.
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