Alemania ha anunciado fijar
límites al precio de energía para rebajar la factura de
pequeñas y medianas empresas. Una solución que miran con buenos ojos desde el sector de la tecnología sanitaria española; sin embargo, solicitan que -de llevarse a cabo en España una medida similar- se sumen
las grandes empresas. "Están resultando también afectadas por el precio de la energía", apuntan desde la
Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
Desde el sector indican que están
"muy preocupados" por la situación actual. "Las empresas de tecnología sanitaria están sufriendo no solo los sobrecostes de la electricidad, también estamos siendo muy impactados por el
sobrecoste del gas, de las materias primas, de los costes logísticos, de los costes laborales, etc", afirman desde Fenin, al tiempo que añaden que todo ello podría poner en
riesgo el acceso de los pacientes a tecnología sanitaria de calidad.
Por lo tanto, urgen adoptar medidas para garantizar que las empresas puedan
seguir abasteciendo a los hospitales y pacientes de tecnología sanitaria, puesto que son "
bienes de primera necesidad".
En este sentido,
Alemania podría ser un modelo para el resto de países y sentar las bases. Según ha detallado el gobierno alemán, a partir de enero impondrán en las facturas de electricidad un
tope de 40 céntimos por kilovatio/hora para una cuota básica del 80 por ciento de la previsión de consumo anual para pequeñas y medianas empresas. Asimismo, implantará un tope al gas que se aplicará al 70 por ciento de su volumen de consumo y las compañías pagarán
siete céntimos por kilovatio/hora. Estas soluciones se extenderán hasta abril de 2024 y costarán a la arcas públicas unos
33.000 millones de euros, tal y como ha detallado el documento emitido por el Consejo de Ministros.
Otras medidas para paliar los costes
Fenin valora positivamente estas medidas propuestas por Alemania y cree posible que se apliquen en España, ya que está en la línea de "
contener los costes de la energía (electricidad y gas) a sectores esenciales con el objetivo de proveer de productos y servicios de primera necesidad, entre los que se encuentra el de tecnología sanitaria, para
garantizar su viabilidad". Aunque resaltan el matiz importante de incluir a las grandes empresas también en este pack.
No obstante, solicitan al Gobierno que vaya más allá y
articule una batería de medidas. Una de sus principales peticiones es la
modificación de la Ley de Contratos del Sector Público para poder
indexar los contratos públicos. Con este cambio, podrían incrementarse o reducirse los precios en función de los costes que deban asumir las empresas.
Por otro lado, la
reducción del IVA de los productos sanitarios ayudaría a sobrellevar estos costes y, en palabras de la federación, "
generaría más de 1000 millones de euros para que los servicios de salud puedan invertir en innovación y renovación tecnológica".
Por último, en esta lista de soluciones estaría
establecer un plan de ayudas y exenciones fiscales para sectores esenciales, donde estaría la tecnología sanitaria, que permita que las empresas puedan "
sobrevivir al entorno tan complicado que hay actualmente".
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