La
implementación de la Inteligencia Artificial (IA) dentro de la sanidad ha iniciado un camino de no retorno dentro de los
hospitales españoles. Pese a las nuevas funciones que está adquiriendo la tecnología, el
Hospital de Bellvitge, el
Hospital del Mar y el
Clínic de Barcelona coinciden en que no habrá un
salto cualitativo motivado por la IA, pero sí que se logrará contar con “soluciones y algoritmos que ayudarán en trabajos que
quitan tiempo al profesional”. La principal premisa para los tres centros es
validar y abordar todas las imperfecciones que pueda suponer esta herramienta antes de usarla con los pacientes: “Pese a que la IA acierte, en sanidad no se puede
permitir el lujo de acertar unas veces y otras no, siempre se tiene que actuar de forma correcta”.
Desde el Hospital del Mar
Joan Gibert, responsable de IA, destaca en
Redacción Médica que el centro “fue uno de los primeros hospitales que puso a disposición del
Servicio de Urgencias el algoritmo de predicción de coronavirus durante la
primera oleada de la pandemia”. Con este bagaje y experiencia detrás, el especialista diferencia la
IA discriminativa y la generativa, dos campos “que van en paralelo, pero son diferentes. La discriminativa consiste en crear algoritmos para ayudar a los profesionales a diagnosticar y dar mejores tratamientos, utilizando el tiempo de la mejor manera posible”.
En este aspecto, Gibert considera que el hospital está subido a la cresta de la ola, pese a que a nivel general existen “muchas situaciones en las que se pueden encontrar
ventajas comparativas grandes. La implementación de estas soluciones no tardará mucho en el tiempo y en una
ventana de cinco años es razonable empezar a ver resultados”.
Gibert: "En sanidad no habrá nada automático y la IA siempre estará bajo la supervisión de un profesional para validarlo todo"
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Pese a todos estos avances, el especialista del Hospital del Mar revela que sería sorprendente que “hubiese un
salto cualitativo con respecto al trabajo actual del día a día.
No habrá nada automático y la IA siempre estará bajo la supervisión de un profesional, que tendrá la responsabilidad de validarlo todo”.
La sanidad apuesta por el conservadorismo ante la IA
Estos ejercicios y
soluciones que involucrarán a la IA se lograran según Gibert a través de
casuísticas específicas: “No habrá proyectos grandes, sino que a medida que se encuentren agujeros, se tendrá la sensación de que nos acercaremos a un
ecosistema muy movido por la IA”. En este sentido, el especialista en IA revela que el Hospital del Mar está en vías de confeccionar “una unidad única de IA, debido a que se tiene esta necesidad y se debe implementar cuanto antes. Se está acabando de cerrar todo para que sea una realidad”.
Ante la posibilidad de que en un plazo de cinco años la IA llegue a abarcar
todo el proceso clínico, Gibert considera que, pese a que la tecnología avanza rápido, “la sanidad es un mundo donde en general
existe el conservadorismo, se tiene que tener evidencia para cambiar el estado de las cosas. Esta introducción de la IA se
realizará de forma paulatina y poco a poco. Se tiene que ser cuidadoso a la hora de tratar a los pacientes y generar mucha evidencia mediante ensayos clínicos e innovación”.
La validación de toda tecnología, necesaria en los hospitales
El
Hospital Clínic sigue los mismos pasos que el Hospital del Mar, defendiendo que la integración de la IA en el centro se está realizando de forma progresiva. Tal y como destaca
Xavier Pastor, responsable de la Unidad de Informática Médica del Clínic, “es necesario
validar un producto para estar seguro de su adecuación y funcionamiento en sanidad, y la IA no será una excepción. Se trata de una tecnología bastante inmadura y testeada en algunos ámbitos que han sido más exitosos que el médico, donde existe una
gran trascendencia a la hora de tomar decisiones con estos datos”.
Pastor pone por delante a la “inteligencia real” de las personas a la artificial, ya que “cuando se extraen datos del mundo real, por muy bueno que sea el
sistema de registro, siempre habrá imperfecciones. Para ello, es vital trabajar en los ‘
data driven’, que provienen de la recogida masiva de datos del mundo real”. Antes de llevar a la práctica a la IA, el especialista defiende que “se debe estar
seguro de la calidad de los datos, y esta calidad tiene muchas dimensiones”.
Pastor: "Los hospitales podrán sufrir diferencias entre los que hayan dado el paso de la IA y los que estén anclados con técnicas antiguas"
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El especialista del Clínic sigue la estela de Gibert y señala que en un
periodo de cinco años no habrá un salto cualitativo médico debido a la IA, pero sí “surgirá la necesidad de
reaprender a convivir con algunas de las herramientas que se irán implantando a corto plazo”. En este sentido, Pastor hace hincapié en que el mundo de la Medicina podrá sufrir “diferencias entre los hospitales que hayan dado el paso de aprender para trabajar con estas herramientas y los que seguirán anclados con las
técnicas antiguas”.
Si este escenario llega a ocurrir, el experto en IA augura que “se producirá una brecha digital, aunque al final las cosas se pondrán en su lugar. En un
mundo regulado como es la sanidad, existen agencias europeas para regular medicamentos o nuevas tecnologías y con la IA pasará lo mismo”.
No habrá un "proceso único comandado únicamente por al IA"
El Hospital de Bellvitge también se ha subido al carro para adaptar la práctica médica a la IA y
Josep Comín, director d'Innovació, Recerca i Universitats, analiza que “la velocidad de implantación de la tecnología irá dada por
factores externos propiamente al entorno sanitario y especialmente estará determinado por temas regulatorios”. A nivel de capacidad, Comín no tiene ninguna duda de que Bellvitge está preparado para usar esta tecnología, ya que “se cuenta con
datos y con sistemas aptos para usarla. Los profesionales están más a favor de una rápida incorporación que no de las limitaciones que se puedan encontrar a nivel regulatorio”.
El experto de Bellvitge advierte que los presupuestos de los hospitales “
se contribuyen en su estructura y la actividad que realizan, y Bellvitge está impulsando un modelo de innovación que ha sido financiado de forma complementaria. En los próximos años, se contará con una estructura para
dar respuestas rápidas a este entorno”.
Comín: "Poco a poco habrá un traspado hacia nuevas actividades y se dejará espacio para que la IA pueda desarrollarse de forma más productiva"
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Para Comín, los términos de efectividad y cualidad van ligados de la mano, por lo que considera que la IA permitirá “
dejar de ocuparse de tareas que requieren tiempo y son poco eficientes para centrarnos en las que la aportación del especialista es crucial.
La redacción de la historia clínica se realizará de forma automatizada, simplificando la parte de obtención de la información”. Así las cosas, el especialista está convencido de que poco a poco habrá un “
traspaso hacia nuevas actividades y se dejará espacio para que la IA pueda desarrollarse de forma más productiva”.
Tal y como defiende Gibert y Pastor, Comín cree que los hospitales son “
organizaciones difíciles, por lo que algunos procesos concretos se pueden asumir en cinco años seguro, pero en
patologías concretas y no en un conjunto”. Pese a estos cambios hacia el futuro, el especialista no se imagina “
un proceso clínico únicamente comandado por la IA. Es necesaria una supervisión y puesta de sentido común en las decisiones con la interacción del paciente”.
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