Pedro Pardo es el presidente del
Comité Científico de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (Servei), un ente que impulsa y estudia la subespecialidad de la Radiología dedicada al tratamiento de múltiples patologías mediante procedimientos mínimamente invasivos y guiados por técnicas de imagen. Son tratamientos
menos agresivos y con menor morbimortalidad que la cirugía convencional, permitiendo a los pacientes una rápida recuperación con una menor estancia hospitalaria, según explican desde Servei. En esta entrevista con Redacción Médica, Pardo analiza las
técnicas intervencionistas guiadas por imagen y la Oncología intervencionista como disciplina emergente en nuestra sanidad.
¿Qué papel desempeñan actualmente las técnicas intervencionistas guiadas por la imagen en el campo de la medicina?
En la actualidad las técnicas intervencionistas guiadas por la imagen han ocupado un papel básico tanto en el plano diagnóstico como de tratamiento en todos los ámbitos, siendo protagonista fundamental en el área oncológica, en patologías vasculares, en pacientes con enfermedad crónica renal y en patologías urgentes como las hemorragias o infecciones a diferentes niveles. Hemos observado en los últimos años un aumento en número y diversidad de nuestras técnicas mínimamente invasivas que están sustituyendo a los tradicionales tratamientos agresivos quirúrgicos. Esto tiene un gran impacto en el manejo diario de los pacientes ya que en la mayoría de los casos supone una disminución del tiempo de ingreso, acelerando la recuperación del paciente.
¿Cuáles son las técnicas más extendidas y en qué patologías se aplican principalmente?
Hoy día es el campo de la Oncología el que ocupa gran parte de nuestra actividad. Intervenimos en el diagnóstico, en la toma de muestras histológicas de tumores, en la vía administración de los tratamientos de quimioterapia con la colocación de accesos vasculares y en la aplicación directa de tratamientos como son las quimioterapias y radioterapias locales y las ablaciones de tumores (destrucción de tumor mediante la aplicación de calor o frío).
Otra parte de nuestra actividad la desarrollamos en Nefrología con los pacientes que padecen insuficiencia renal crónica donde nos ocupamos de la colocación y mantenimiento de accesos vasculares y que en un futuro no lejano podríamos intervenir en la creación de estos.
Importante también es nuestra intervención en la patología hemorrágica urgente, donde hemos pasado de principal observador, a uno de los actores más importantes de su tratamiento con el desarrollo de la embolización (oclusión directa del vaso que sangra). De igual forma intervenimos en la patología infecciosa, con el manejo de la sepsis con la colocación de drenajes de abscesos, nefrostomías, drenajes biliares, etc., siendo fundamental nuestra actuación para la resolución de la clínica en estos pacientes.
Y, por supuesto, seguimos realizando tratamientos diagnósticos y terapéuticos en la patología arterial de los pacientes arteriosclerosos, diabéticos… La dilatación de las áreas estrechadas dentro de las arterias o incluso la reapertura de arterias ocluidas o cerradas por la enfermedad siguen siendo procedimientos en los que tenemos gran impacto para los pacientes que sufren de pobre circulación arterial en las piernas o brazos
¿Qué nivel de implantación tienen en la sanidad pública?, ¿y en la privada?
Hoy en día no se entiende la actividad médica de un hospital sin el papel de la Radiología Intervencionista. Los hospitales de tercer nivel ofrecen una cartera de servicios completa que resulta fundamental para el resto de Unidades hospitalarias. Los hospitales comarcales disponen de procedimientos básicos que en ocasiones resuelven patologías de forma definitiva (biopsias o drenajes de colecciones) o sirven de puente para su traslado al hospital de referencia.
Según el catálogo nacional de hospitales de 2017, el Sistema Nacional de Salud (SNS) contaba con 222 hospitales generales públicos de los que un 49% (110) tenían unidades de Radiología Vascular Intervencionista. En 2018 había un total de 187 Unidades en España según datos de la Servei, de titularidad tanto pública como privada.
De las 110 de titularidad pública, 79 pertenecían a hospitales terciarios con dotación completa y 31 a hospitales más pequeños.
Esto, por supuesto, es extensible a la medicina privada donde la Radiología Intervencionista les permite la resolución rápida de problemas al menor coste.
"Hoy en día no se entiende la actividad médica de un hospital sin el papel de la Radiología Intervencionista"
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¿De qué forma influye en el día a día del hospital y cómo se relaciona la Radiología Vascular Intervencionista con otras especialidades?
En la actualidad, la medicina hospitalaria no se entiende como la actividad de servicios independientes, sino como la interacción y colaboración de los mismos. La Radiología Intervencionista, como no podría ser de otra manera, forma parte de los equipos multidisciplinares hospitalarios, suponiendo esto la participación en el diagnóstico, discusión y tratamiento en los pacientes. Tiene, por tanto, un papel activo en la valoración de pacientes en consulta de pretratamiento y seguimiento, y, sobre todo, ha adquirido un protagonismo en la terapéutica, siendo un pilar básico tanto para especialidades médicas como quirúrgicas.
¿Qué ventajas encuentra el paciente en estas técnicas?
La ventaja que resulta más evidente para el paciente es que su problema ahora se resuelve de forma más sencilla que antes. Se evita una intervención quirúrgica y además tiene que estar menos tiempo en el hospital. La gran mayoría de nuestros procedimientos se hacen ambulatoriamente o con ingresos cortos.
Otra ventaja importante es que, en numerosas ocasiones, reducimos la necesidad de medicación, con el ahorro que esto también supone.
Y otra ventaja es la reproducibilidad de los procedimientos, es decir, podemos repetir un procedimiento en caso de que se vuelva a presentar el problema o la patología. Por ejemplo, si un paciente tiene una hemorragia se le puede embolizar (ocluir) la arteria. Pero si se le presenta una nueva hemorragia en otro sitio se puede volver a realizar el procedimiento, cosa que en las grandes cirugías no es posible.
¿Qué nivel de formación tienen y necesitan hoy en día los profesionales sanitarios que realizan las técnicas intervencionistas?
La Radiología Intervencionista se caracteriza por la gran variedad de intervenciones que realiza, algunas de ellas de gran complejidad. Esto requiere una sólida y constante formación.
En la actualidad, la Radiología Intervencionista tiene un reconocimiento oficioso ya que, como he mencionado anteriormente, está ampliamente extendida en los hospitales de nuestro país, pero no oficial porque no existe plan formativo específico reconocido a nivel ministerial o de comunidades autónomas.
Desde Servei estamos intentando conseguirlo, lo que, entre otras cosas, supondría una adecuada formación para aquellos médicos que decidan dedicarse a la Radiología Intervencionista. La propuesta de crear una subespecialidad está pendiente de presentarse en el Ministerio de Sanidad con la intención de que sea tenida en cuenta como Área de Capacitación Especifica (ACE) ante la nueva ley de especialidades médicas.
¿Qué futuro le augura a la Oncología Intervencionista en España?
Creo que la Oncología Intervencionista juega un papel tan importante que podríamos decir que ya es presente. El futuro es la extensión y consolidación de nuestros tratamientos como primera línea en muchas patologías.
"El futuro de esta especialidad es extender y consolidar sus tratamientos como primera línea en muchas patologías"
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¿Qué avances tecnológicos son los que más posibilidades han abierto en este campo?
La ablación tumoral (tratamiento del tumor mediante la aplicación de calor o frío) ha supuesto un gran avance ligado a los sistemas de guiado con los que contamos en las instalaciones más modernas, como la fusión de imágenes de ecografía con TAC o resonancia que nos permite el tratamiento de tumores hasta ahora no accesibles.
En el área de la radioembolización (tratamiento del tumor mediante radioterapia localizada), la posibilidad del cálculo de dosis específica para cada paciente nos está permitiendo pasar de tratamientos con intención paliativa a tratamientos con intención curativa.
¿Podría describir el modo en que cree que estas técnicas evolucionarán en el futuro?
El futuro de la Oncología y, por tanto, también de la Oncología Intervencionista es la individualización de los tratamientos, con el desarrollo de terapias no para enfermedades, sino para enfermos.
¿De qué forma ha afectado la pandemia de Covid-19 en su actividad?
Inicialmente supuso un parón de apenas una semana, ya que entendíamos que nuestra actividad era muy preferente y no podía detenerse. Una vez adecuamos las medidas de seguridad, intentamos que no se produjesen retrasos, observando después de analizar los datos del primer año que nuestra actividad general apenas ha sufrido modificaciones respecto al año anterior manteniéndose o incluso aumentándose.
De hecho, las unidades de Radiología Intervencionista han sido las que menor impacto han sufrido, en cuanto a reducción de actividad se refiere. Además, muchas de las patologías asociadas al Covid-19 requerían de una participación activa de los radiólogos intervencionistas, como el TEP, colocación de filtros de VCI, hemorragias por anticoagulación, etc.
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