"Hace falta más información de los tratamientos para la disfunción eréctil"

Enrique Lledó explica a Redacción Médica la importancia de que se conozcan los tratamientos para la disfunción sexual

Enrique Lledó, responsable de la Unidad de Andrología y Cirugía Reconstructiva Uretro-Genital del Servicio de Urología del Hospital Gregorio Marañón.

14 feb 2019. 09.40H
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POR MARÍA GARCÍA
"Información". Esa es la palabra que más repite Enrique Lledó, responsable de la Unidad de Andrología y Cirugía Reconstructiva Uretro-Genital del Servicio de Urología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y responsable de la Unidad de Urología y Andrología asistencial del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, durante una entrevista con Redacción Médica.

Información para que el varón que entra en consulta sepa que su disfunción sexual es bastante prevalente entre aquellos que superan los 50 años de edad. Información para que conozca que tiene tratamientos, tanto farmacológicos como quirúrgicos, que solucionen su problema y que, además, lo hacen con alto grado de éxito. Información, en definitiva, para que el paciente sepa que puede recuperar su vida sexual y, en consecuencia, su calidad de vida.

¿Cuáles son las disfunciones sexuales con mayor prevalencia en España?

La disfunción eréctil, que afecta a un 35-40 por ciento de los pacientes varones por encima de los 50 años, con diferentes niveles de gravedad. Y la eyaculación precoz, que muchas veces también va asociada o aparece como trastorno independiente.
 
¿Alguna de ellas son comorbilidades de otras patologías?

Sí, la disfunción eréctil muchas veces va asociada a factores de riesgo cardiovascular: el alcohol, el tabaquismo, el sobrepeso, las alteraciones del colesterol… De hecho, muchas veces la disfunción eréctil en pacientes con factores de riesgo vascular puede ser un signo guía para llamar la atención para descartar también trastornos de afectación vascular cardiaca o periférica.
 
¿Cree que los médicos tienen suficientemente en cuenta que puede producirse disfunción eréctil a la hora de tratar otras enfermedades?

"Los médicos de AP hacen un trabajo extraordinario con las disfunciones sexuales"

Sí. En los últimos años, además, los médicos de Atención Primaria (AP), que son los que mejor conocen a los pacientes, están muy pendientes de todas estas alteraciones. Entones ellos, en el caso de pacientes con diabetes, fumadores, con patología vascular, cardiopatía, etc, son conscientes de que estos factores pueden relacionarse con la disfunción eréctil. De hecho, el médico de AP suele ser el primero al que consulta el paciente su problema. Sin duda, hacen un trabajo extraordinario.
 
¿Considera que hacen falta más recursos para mejorar la prevención?

Más que recursos, lo que hace falta es información. En los últimos 20 años, se ha avanzado muchísimo a la hora de comunicar a los hombres y consiguiendo que no les dé vergüenza consultar al médico, sea general o especialista, por su problema de disfunción sexual.

Pero ahora hace falta más comunicación ya no solo para estimular al paciente a que consulte, sino también para darle más conocimiento sobre las posibilidades de tratamiento, tanto farmacológico como quirúrgico, para la disfunción eréctil. La información es muy importante, tanto para el diagnóstico precoz, la consulta, como las diferentes formas de tratamiento.

¿Qué impacto puede tener en la salud física y mental de estos pacientes padecer una disfunción sexual?

El impacto es, básicamente, en la calidad de vida. La sexualidad en cualquier persona, sea hombre o mujer, siempre contribuye a mejorar su calidad de vida. Hay muchas mujeres que pueden también padecer disfunciones sexuales en las épocas pre menopáusicas o post menopáusicas, y que también requieren una atención específica. Tanto en unos como en otros, el hecho de consultar y estar en tratamiento va a permitir al médico proporcionar un medio para que estos pacientes mejoren su calidad de vida y su autoestima. Esto último es especialmente relevante en hombres, porque la relación sexual en el varón va inherentemente unida a una erección rígida y en este caso, al no poder mantenerla, se produce un trastorno en su calidad de vida. Pero esto es algo común en ambos sexos.
 
¿Todavía se encuentran a pacientes que tienen reticencias a la hora de consultar y hablar sobre este problema?

"El porcentaje de infecciones después de una cirugía para la prótesis está por debajo del 2%"

De hablar del problema, menos. Lo que sí que encontramos todavía es un alto porcentaje de pacientes que no tienen toda la información que nos gustaría sobre las posibilidades de tratamiento, especialmente cuando ya se han realizado todas las etapas de tratamiento con fármacos sin conseguir buenos resultados y nos planteamos opciones como el implante de una prótesis. Ahí el paciente está más falto de conocimiento y ahí es donde más se debería seguir trabajando de cara a la población general, porque es importante.
 
¿Cómo han ido mejorando estos tratamientos terapéuticos?

Hasta el año 1999, que aparece 'Viagra', el sildenafilo inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5. Hasta entonces, el único tratamiento realmente eficaz que teníamos eran las inyecciones intracavernosas de prostaglandina o de otros fármacos vasoactivos. Por entonces se trataba de un tratamiento magnífico, pero no dejaba de ser algo invasivo, porque suponía autoinyectarse.

De 1999 en adelante aparecen todos los fármacos orales, que permiten que el tratamiento sea mucho más natural. Que el paciente no tenga que hacer una preparación tan extrema de la relación sexual. A eso también le unimos los tratamientos intrauretrales que, a veces, se pueden combinar con los inhibidores; los tratamientos tópicos; la bomba de vacío; y por supuesto los avances que se han ido haciendo en la cirugía de la prótesis de pene. Desde mi punto de vista, cuando ya se han cubierto todas las etapas de tratamiento farmacológico, suponen una opción de tratamiento magnífica con un índice de satisfacción para el paciente y para su pareja por encima del 85-90 por ciento.
 
Supongo que sobre la prótesis sí que hace falta información.

Claro. Es muy importante que el paciente entienda que la cirugía de la prótesis, y los diferentes tipos de prótesis (la maleable, hidráulica, de dos, tres componentes) son tratamientos que se vienen utilizando desde hace más de 30 años. Lo que pasa es que en los últimos años han introducido mejoras: los recubrimientos con antibióticos, una mayor comodidad a la hora de activar y desactivar la prótesis, y mecanismos de seguridad que hacen que los fallos mecánicos estén por debajo del 5-10 por ciento y que se puedan resolver sin demasiado problema. Además, el porcentaje de infecciones después de una cirugía para la prótesis está por debajo del dos por ciento. Los resultados son muy buenos en la utilización de este tipo de dispositivos.

Imágenes de prótesis de pene.


 
¿Cree que este tipo de dispositivos están algo estigmatizados?

No lo creo, porque la cirugía de la prótesis se hace por cirujanos con experiencia larga y en centros tanto de la sanidad pública como de la sanidad privada. Es un tratamiento absolutamente respaldado por la evidencia científica, por publicaciones de alto impacto, y hecho por profesionales que muchas veces trabajan fundamentalmente en cirugía reconstructiva uretral y genital. Es un tratamiento completamente contrastado.
 
En materia de investigación, ¿qué es lo último que se ha hecho?

En la actualidad, los tratamientos intentan avanzar en la comprensión molecular de la etiopatogenia para convertirse en realmente curativos y no sintomáticos. Y, por otro lado, las técnicas quirúrgicas buscan el perfeccionamiento tecnológico y la menor invasividad.

¿Hacen falta más campañas de educación sobre todo esto?

Más que de educación, de información. Insisto siempre en que me gusta muchísimo que el paciente reciba conocimientos que le permitan saber que lo que le ocurre tiene recursos en la sanidad para buscar tratamientos. Que puede venir para informarle tanto a él como a la pareja. Que sepa que el sistema sanitario español es magnífico y que, además, en este tema en concreto, las opciones de tratamiento de las que disponen los pacientes todas ellas son muy buenas y se ofrecen por profesionales francamente bien formados en estos temas.
 
¿Cree que a veces les falta tiempo para informar debidamente a sus pacientes en consulta?

"No hay suficientes psicosexólogos para un abordaje multidisciplinario"

Sí, es importante disponer de tiempo. Tanto en mi caso en el Hospital Gregorio Marañón, como en el de otros colegas de hospitales tanto de Madrid como de otras ciudades españoles, disponemos de consultas específicas de Andrología donde se habla con los pacientes en diversas situaciones que les producen disfunción eréctil para informarles tanto de lo que les pasa como de las opciones que les podemos ofrecer. Son pacientes que requieren, tanto ellos como sus parejas, tiempo. No se basa solamente en verles un momento y ver un análisis, sino hablar con ellos. Estos pacientes muchas veces acuden con un cierto grado de frustración y de tristeza. En cierta manera, es muy importante lo que tú hables con el paciente, no solamente lo que prescribes o lo que indicas, sino el charlar con el paciente, explicarle y hacerle ver que no es una cosa excepcional y que se puede recuperar la vida sexual y la calidad de vida, en definitiva.
 
En este sentido, ¿necesitan apoyo psiquiátrico y psicológico también?

Psiquiátrico realmente no. En todo caso, a mí sí me parece que a nivel de hospitales universitarios de la sanidad pública, aunque también en la privada, es importante que el trabajo sea multidisciplinario. Es decir, que la disfunción sexual no esté tratada únicamente por el urólogo, sino que contemos también con la ayuda y podamos interaccionar con psicosexólogos: psicólogos y psicólogas con experiencia en Sexología. También con médicos internistas, para que podamos abordar temas como el síndrome metabólico y el tratamiento de las patologías asociadas. El abordaje multidisciplinario de estas cuestiones es muy interesante y muy eficaz.
 
¿Hay suficientes psicosexólogos?

Yo diría que no. Es muy importante apoyar este tipo de cuestiones, porque es calidad de vida. Son pacientes que lo necesitan.
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