En el marco del
Congreso de Cardioimagen 2025 celebrado en Málaga, expertos en Cardiología han destacado
el papel fundamental de la imagen cardiaca y la inteligencia artificial en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Entre ellos,
Covadonga Fernández-Golfín, presidenta electa de la Asociación de Imagen Cardíaca, e
Ignacio Pascual, director de Cardiología Intervencionista de Cardiva, han subrayado la relevancia de estas innovaciones en la práctica clínica.
Fernández-Golfín destacó que las técnicas de imagen han revolucionado la manera en que se diagnostican y tratan las enfermedades cardiovasculares, en especial la enfermedad coronaria. "Antes utilizábamos pruebas de detección de isquemia como el ecocardiograma de estrés o estudios de medicina nuclear. Sin embargo,
con la llegada de la tomografía computarizada multidetector, ahora podemos visualizar directamente la anatomía coronaria de manera no invasiva", explicó.
La implementación del
TAC coronario ha permitido reducir la necesidad de pruebas invasivas como el cateterismo en muchos pacientes, optimizando el manejo clínico y mejorando la precisión diagnóstica. No obstante,
Fernández-Golfín también ha reconocido algunas limitaciones en la interpretación de estas imágenes, especialmente en pacientes con enfermedad coronaria avanzada, calcificación severa o stents previos, donde la
evaluación de la significación clínica de las lesiones sigue siendo un desafío.
Una de las soluciones más innovadoras en este ámbito es el
software HeartFlow, una herramienta de diagnóstico basada en inteligencia artificial que analiza imágenes de TAC coronario para evaluar la repercusión funcional de las estenosis coronarias. Según Ignacio Pascual, esta tecnología representa un avance significativo al permitir un diagnóstico más preciso sin necesidad de procedimientos invasivos.
"HeartFlow utiliza IA pero también un equipo de analistas"
"HeartFlow utiliza inteligencia artificial y un equipo de analistas cualificados para evaluar si una determinada lesión en las arterias coronarias está causando isquemia en el miocardio. Esto es clave porque nosotros no tratamos lesiones, tratamos pacientes, y es fundamental
determinar si una enfermedad coronaria es responsable de los síntomas o de un posible peor pronóstico", ha explicado Pascual.
Los estudios recientes han demostrado que
la implementación de HeartFlow ha permitido reducir significativamente la mortalidad cardiovascular. Al proporcionar un diagnóstico más preciso, esta herramienta ayuda a optimizar los tratamientos, evitando procedimientos innecesarios y mejorando la eficiencia en la toma de decisiones clínicas.
Fernández-Golfín destacó que la inteligencia artificial jugará un papel crucial en la evolución de la imagen cardiaca en los próximos años. "Cada vez realizamos más pruebas de imagen a nuestros pacientes,
pero el análisis de esta gran cantidad de datos es un reto. La inteligencia artificial nos permitirá procesar e interpretar estos estudios de manera más rápida y precisa, asegurando diagnósticos reproducibles y eficientes", afirmó.
Para Fernández-Golfín, el futuro de la cardiología intervencionista dependerá en gran medida de la integración de estas herramientas.
"Podemos realizar 30 TAC coronarios en una mañana, pero sin ayuda de la inteligencia artificial, el análisis de estos estudios puede llevar días. Gracias a estas tecnologías, podremos ofrecer diagnósticos más rápidos y certeros, mejorando la atención a los pacientes", concluyó.
La combinación de técnicas de imagen avanzadas y soluciones de inteligencia artificial está transformando el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. La implementación de
herramientas como HeartFlow no solo optimiza la precisión diagnóstica, sino que también mejora los resultados clínicos al permitir una toma de decisiones más informada y eficiente. Con el continuo avance de estas tecnologías, la cardiología se encamina hacia una era de medicina más personalizada y de mayor impacto en la salud de los pacientes.
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