Antonio Giménez Gaibar, director del Servicio de
Angiología y Cirugía Vascular Hospital Universitario
Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), ha sido pionero a nivel mundial utilizando la innovación
Treo AUI Fenestrada (Terumo Aortic). Se trata de una
endoprótesis aortounilíaca fenestrada de bajo perfil que aporta novedades no presentes en el mercado y que se ha aplicado a un paciente con un aneurisma de aorta abdominal paravisceral de 64 mm de diámetro.
Usted y su equipo han utilizado por primera vez en todo el mundo Treo AUI Fenestrada, una endoprótesis aortounilíaca fenestrada de bajo perfil. ¿Podría describir el caso del paciente al que se ha aplicado?
Se trata de un paciente de 69 años, con antecedentes de ex fumador, hipertensión arterial, artritis reumatoide con tratamiento inmunosupresor, cardiopatía isquémica. Presentaba un aneurisma de aorta abdominal paravisceral de 64 mm de diámetro, asociado a una oclusión de eje ilíaco izquierdo y múltiples estenosis calcificadas del eje ilíaco derecho, que comportaban una claudicación intermitente.
¿Qué condiciones reunía este paciente para que la indicación de esta innovación fuera idónea?
El paciente presentaba un aneurisma de aorta, que había crecido en el último año, múltiples comorbilidades que planteaban un riesgo quirúrgico elevado para realizar una cirugía abierta, así como una ausencia de cuello proximal del aneurisma a nivel infrarrenal, que no permitía implantarle una prótesis estándar para reparación endovascular de aneurisma de aorta. Por dicho motivo, se valoró una prótesis hecha a medida de tipo fenestrada o con ramas, pero las disponibles hasta ahora precisaban accesos ilíacos relativamente grandes, de 24 F (8 mm aprox.), y este paciente tenía una ilíaca externa derecha única y calcificada de unos 6 mm de diámetro.
Treo AUI Fenestrada está indicada para el tratamiento de aneurismas aórtico abdominales. ¿Cómo ha cambiado el paradigma en las intervenciones de estos casos?
La aparición de las prótesis aórticas fenestradas ha permitido ampliar el abanico del tratamiento endovascular de los aneurismas de aorta abdominal, eludiendo las limitaciones de las prótesis estándar, y pudiendo implantarse en pacientes con aneurismas de aorta abdominal con cuello proximal corto, yuxtarrenales y paraviscerales, reduciendo los riesgos de la cirugía abierta en pacientes con patologías concomitantes asociadas, y asegurando un buen sellado proximal a nivel aórtico. Además, la prótesis Treo ofrece un bajo perfil de entrada, lo cual la hace compatible con accesos ilíacos de pequeño tamaño, lesiones estenosantes y/o calcificadas.
Esta tecnología tiene, a diferencia de otras endoprótesis, una doble fijación activa con ganchos suprarrenales e infrarrenales, que entran solo en acción cuando la aorta presenta angulación infrarrenal. ¿Qué ventajas aportan estas particularidades?
Se ha visto en el seguimiento que algunas de las prótesis aórticas pueden presentar migraciones. Este tipo de fijaciones activas iría encaminado a prevenir dichos movimientos protésicos, que no solamente pueden hacer perder el sellado proximal, sino también podrían producir compresiones o dislocaciones de los stents viscerales.
"La prótesis Treo ofrece un bajo perfil de entrada, lo cual la hace compatible con accesos ilíacos de pequeño tamaño, lesiones estenosantes y/o calcificadas"
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También cuenta con la tecnología lock stent, que evita la desconexión entre módulos. ¿Qué resultado logra este hecho en el abordaje del paciente?
La gran ventaja de los procedimientos endovasculares es su baja morbilidad y mortalidad, pero implican control y monitorización de los dispositivos. De ahí que sea importante cualquier medida que pueda tener el dispositivo para minimizar la aparición de complicaciones en el seguimiento. Mayoritariamente, las prótesis endovasculares se fijan unas con otras por diámetros y se mantienen estables por la fuerza radial de los stents que tienen en su estructura, pero, con la presencia de angulaciones y cambios anatómicos, puede llegar a producirse una desconexión de módulos. En concreto, la tecnología lock stent pretende evitar esta separación de módulos que haría perder el correcto sellado de la prótesis aórtica implantada.
Además, el modelo fenestrado, en concreto, incluye guías de constraining que hacen que la prótesis se abra de manera secuencial (primero a un diámetro inferior y, posteriormente, a su diámetro nominal). ¿Qué beneficios tiene esta liberación secuencial?
La implantación de las prótesis fenestradas ha de ser extremadamente precisa, y los agujeros fabricados en la prótesis han de coincidir perfectamente con los ostiums arteriales para conectar los stents viscerales con la prótesis aórtica. En ocasiones, debido a la anatomía angulada de la aorta, las modificaciones espaciales por la rigidez de las guías o pequeños movimientos en la liberación del dispositivo pueden provocar que alguna fenestración no coincida plenamente con el vaso a cateterizar. El constraining de esta prótesis permite una liberación secuencial del dispositivo, que concede capacidad de movimientos para una correcta recolocación de la prótesis y cateterización de los vasos.
Tras este primer caso pionero a nivel mundial, ¿qué proyección hace a futuro con esta innovación tecnológica?
Todas estas técnicas poco invasivas deben seguir evolucionando para ofrecer a los pacientes procedimientos de bajo riesgo y que permitan una rápida recuperación. En concreto, con esta prótesis tenemos la posibilidad de tratar pacientes con aneurismas de aorta complejos y lesiones estenosantes/oclusivas asociadas a nivel ilíaco, cuya indicación quedaba limitada hasta ahora por el diámetro del dispositivo a implantar.
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