Jesús Oneto es cardiólogo hemodinamista de la Clínica San Rafael de Cádiz y entre sus últimas acciones ha puesto en marcha un nuevo quirófano de Cardiología en la clínica dotado con la última tecnología. Oneto, que lleva
20 años dedicado a la Hemodinámica, es experto en técnicas intervencionistas que favorecen
menos riesgos que la cirugía convencional y una
recuperación del paciente más ágil. De todas estas posibilidades de la especialidad y de la tecnología aplicada habla en esta entrevista con
Redacción Médica.
Usted es experto en Hemodinámica y ha visto su evolución durante los últimos años. ¿Qué innovaciones cabe resaltar en este tiempo?
La técnica de la hemodinámica ha evolucionado enormemente tanto en lo material como tecnológicamente. Ha habido una auténtica revolución. Para las enfermedades coronarias, hoy tenemos todo tipo de instrumental que permite analizar lesiones y evaluar si se necesitan o no tratar. Pero la gran revolución que estamos observando ha sido, sobre todo, la de empezar a practicar cateterismo a nivel estructural de alteraciones valvulares. Ya es un clásico que se ponga una TAVI, una válvula aórtica; y ahora están saliendo otras, como la válvula mitral. Con esto podríamos funcionar en prácticamente en todos los problemas estructurales.
¿De qué forma la tecnología sanitaria ha ayudado a estos cambios en la especialidad?
De forma inimaginable. Hoy en día tenemos guías que te hacen cortes anatómicos de la arteria. Podemos ver diferencias de presión con gran facilidad. Tenemos aplicaciones para ver una ecografía dentro del corazón o dentro de una arteria. Es decir, que haces la eco por dentro igual que por fuera del tórax. Hoy día disponemos de muchísimas técnicas y todo viene de la informática y de la mejora del material.
¿Qué ventajas obtienen los pacientes de estas nuevas técnicas apoyadas por nueva tecnología?
Lo principal es que se puede comprobar si lo que se hace es o no correcto en casos dudosos. Lo segundo, que se asegura poner el dispositivo adecuado en cada caso. Pero hay otra ventaja enorme de la técnica de la hemodinámica, que es que el paciente puede estar en su casa sin ningún tipo de alteración corporal en 24 horas.
¿A qué retos se va a enfrentar la Hemodinámica en el mundo postCovid que llega?
La pandemia nos ha afectado sobre todo en dos aspectos. Al principio había un miedo exagerado de la población a visitar los hospitales, por lo que bajó la asistencia de infartos. Esto no quiere decir que no los hubiese, sino que los que los sufrían los estaban pasando en su casa. Obviamente la mortalidad aumentaría esos días, aunque no hay estudios al respecto. Sí estamos viendo las consecuencias de pacientes que no han muerto pero que sí tienen alteraciones del músculo por no haberse tratado. Además, la Covid ha provocado una falta de asistencia rutinaria de los pacientes, con lo cual la lista de espera ha aumentado. Ha habido hospitales en los que la sala de hemodinámica se ha utilizado para pacientes con Covid. Esto ha hecho que la lista de espera crezca mucho.
"Hay que mejorar el campo de las válvulas y formar a los profesionales"
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¿Cómo cambia el día a día del cirujano cardiaco gracias a la innovación en Hemodinámica?
Han cambiado mucho las cosas y creo que para bien. Los cirujanos tienen que adaptarse a esas circunstancias. Buscar nuevas técnicas, que las hay, y empezar a practicarlas, porque efectivamente sus resultados son mejores. O por lo menos iguales, pero con menos complicaciones derivadas. Yo creo que la cirugía cardiaca es necesaria, pero hay que modificar o arreglar ciertas cosas.
¿De qué forma se detectan mejoras en los procesos asistenciales de un centro sanitario gracias a esta innovación?
Antes, tener obstrucciones coronarias suponía para el paciente varias consultas, o un proceso largo de hospitalización y estabilización. También un tratamiento, nuevas citas… Hoy en día una personas que sufre un infarto ingresa, se soluciona sobre la marcha y en cuestión de 2 o 3 días puede volver a su casa. Tanto socialmente como sanitaria y económicamente, lo que hace es muchísimo.
¿Cuáles cree que serán las nuevas soluciones que van a llegar a la especialidad de una forma casi inmediata o a medio plazo?
En realidad, nos van quedando pocas cosas que arreglar. Creo que la tendencia va dirigida a simplificar el material. Que sea más fino, más manejable, más fácil de implantar, lo cual es algo muy bueno para la sanidad pública.
¿Qué desarrollo formativo cree que le queda por delante a la Hemodinámica en los próximos años?
Sobre todo estructural. El tema coronario está ya muy trillado y tenemos muchísima experiencia en eso. Hay que mejorar el campo de las válvulas, formar a los profesionales. Como en todo en la vida, cuando se aprende es cuando se tienen problemas, porque hay que aprender a solucionarlos.
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