José A. Puglisi / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Valencia
Un doctor en el móvil. El acelerado desarrollo de aplicaciones móviles relacionadas a las prácticas clínicas hacen que pacientes y profesionales sanitarios se pierdan en una gran oferta digital donde el límite entre lo real y lo ficticio es delgado. Así se ha planteado durante un taller celebrado en la 37 edición del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), donde se ha insistido en la necesidad de contar con un organismo que regule aquellas 'Apps' que están relacionadas con las prácticas clínicas.
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Raúl Piedra Castro. |
“Hay una amplia gama de oferta de aplicaciones móviles tanto para formato android como IOS, pero no hay una agencia capaz de regular cuáles son las 'Apps' que, realmente, son útiles para las actividades diarias de un médico de Atención Primaria o cualquier otra especialidad sanitaria”, aclara el secretario del grupo de trabajo de Nuevas Tecnologías de Semergen, Raúl Piedra Castro. En este sentido, recalca las dificultades que existe para distinguir cuáles aplicaciones aportan o no un valor añadido a la consulta del médico.
A pesar de que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) y la agencia europea realizan análisis al respecto, los Médicos de Familia los consideran insuficiente. “Existe un plazo de al menos dos años entre el momento que sale al mercado la aplicación y cuando se publica el análisis de estas instituciones. Las tecnologías cambian a un ritmo muy acelerado, por lo que estos plazos imposibilitan contar con una valoración en tiempo real”, aclara Piedra. Ante la falta de información, los médicos se han dejado llevar por sus instintos. “No hay un manual, pero sí cosas evidentes, como que aquellas 'Apps' de prácticas médicas gratuitas no suelen ser buenas”, precisa.
Para el secretario del grupo de trabajo de Nuevas Tecnologías de Semergen, una solución radica en que sean las propias sociedades científicas las que se conviertan en las agencias reguladoras de las aplicaciones móviles que están presentes en el mercado. “Las sociedades están preparadas para dar el siguiente paso y, a través de grupos especializados, discriminar y avalar cuáles son las 'Apps' que son idóneas para el uso profesional y cuáles, por el contrario, deben ser desechadas por su poca o nula aportación a las prácticas clínicas de España”, sentencia.
Con la propuesta en la mesa, Piedra recalca que se trata de un debate importante, ya que “las nuevas tecnologías seguirán creciendo a una gran velocidad y serán una herramienta que facilitará en gran medida la aproximación entre los profesionales sanitarios con los pacientes, así como impulsar el contacto directo entre ambas partes”, pronostica.
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