La noticia del fraude en la administración de quimioterapia a niños enfermos en el estado mexicano de Veracruz ha conmocionado al país. Según ha reconocido el
gobernador Miguel Ángel Yunes, durante la administración de
Javier Duarte, hoy fugado de la justicia, los pacientes infantiles recibieron
agua destilada en lugar de los fármacos necesarios.
"Era un componente inerte, era agua prácticamente destilada. Nos parece
un pecado brutal, un atentado contra la vida de los niños. Se está terminando de analizar y en su momento se presentarán las denuncias", ha declarado.
La noticia ha salido a la luz
gracias al diario Excelsior, que recoge que las muestras se llevaron a un laboratorio donde, tras realizar un análisis, se confirmó que no era medicamento lo que estaban suministrando a los pacientes con cáncer sino agua destilada. El gobernador
no determinó cuántos podrían ser los pacientes afectados por esta práctica ni el periodo de tiempo en el que ocurrieron los hechos.
Fármacos caducados
Además, Yunes aseguró que se han hallado unos
almacenes con medicamentos caducados, "un caso que es igual de lamentable", pues se encontraron fármacos en bodegas que ya habían superado la fecha de caducidad.
Según el gobernador, el valor de los medicamentos perdidos asciende a
millones de pesos, una cifra considerable si se tiene en cuenta que un millón de pesos son unos 48.000 euros. "No sabemos si se compraron ya con la caducidad vencida o dejaron que se venciera", sentenció Yunes.
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