Las navidades del 2020 vinieron acompañadas con voces de alarma que alertaban de la llegada de nuevas variantes del SARS-CoV-2. Meses después, una de ellas ha logrado predominar en toda España y en varios países más. Se trata de la
B 1.1.7, denominada la variante británica y responsable de más del 80 por ciento de los contagios en la mayoría de las comunidades autónomas, según el último informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad (CCAES).
La razón de que esta variante haya sustituido a las demás podría ser
su alta capacidad de transmisibilidad, especialmente en los hogares. Al menos, así lo apuntan investigadores de la universidad de Copenhagen tras analizar su comportamiento en comparación con otras cepas.
“Los casos primarios infectados con B.1.1.7 tenían una
transmisibilidad doméstica 1,5-1,7 mayor en comparación con otras 227 variantes”, afirman los autores del estudio
publicado en la plataforma de preprint MedRxiv.
Para determinarlo, utilizaron datos administrativos de la población de Dinamarca y las pruebas diagnósticas realizadas entre el 11 de enero y el 7 de febrero de 2021. En total, en los resultados incluyeron 5.241 hogares con casos primarios, de los cuales
808 se infectaron con la variante B.1.1.7 del SARS-CoV-2 y 4.433 se infectaron con otras.
La
tasa de ataque fue del 38 por ciento en hogares con un caso primario infectado con B.1.1.7 y del 27 por ciento en hogares con un caso primario infectado con otra variante.
Un "puente" de transmisión
“Encontramos que el aumento de la transmisibilidad de B.1.1.7 es un efecto multiplicativo de la transmisibilidad de otras variantes, en lugar de un efecto aditivo”, detallan los investigadores, quienes aseguran que este efecto multiplicativo implica que los factores de riesgo conocidos para una mayor transmisibilidad se amplifican entre 1,5 y 1,7 veces.
Un aumento de la transmisibilidad, que, según los autores del estudio, puede tener
repercusiones para las medidas de salud pública. Por ejemplo, para el rastreo de contactos significa que estos casos tienen una alta predicción de transmisibilidad y deberían priorizarse.
Además, creen que la transmisión domiciliaria puede servir como un
puente entre dominios de transmisión separados, como escuelas y lugares de trabajo físicos, a pesar de las intervenciones no farmacéuticas implementadas.
Menores de 10 años y adultos, los que más transmiten la variante británica
En el estudio también se hace una diferenciación por grupos de edad. Los resultados apuntan a que los niños menores de 10 años, junto con los adultos registran una
mayor transmisibilidad dentro de los hogares infectados.
Mientras que los adolescentes son el grupo de edad que menos transmisibilidad tiene. “El aumento de la transmisibilidad de B.1.1.7 fue
multiplicativo a lo largo de la edad y la carga viral”, detallan.
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