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Covid-19 ha provocado ya millones de muertes en todo el mundo. Es por ello que los gobiernos de multitud de países del planeta han apostado por la vacunación masiva de la población como forma de frenar al máximo posible la propagación de la enfermedad.
Un estudio elaborado por investigadores de diferentes países europeos es consciente de las reticencias que existen por parte de una parte importante de la población a vacunarse debido a que aún no se conocen con exactitud los posibles efectos secundarios adversos.
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En concreto,
en España el porcentaje de mujeres que rechazan ponerse la vacuna es superior al de los hombres. De este modo, si el 22 de marzo el 83,6 por ciento de las mujeres estaba a favor de la inyección, en el caso de los varones este porcentaje aumenta al 89,6 por ciento. Sin embargo, según pasa el tiempo, y pese al mayor número de evidencias científicas, el 6 de mayo este porcentaje se redujo hasta el 79,8 y 82,5 por ciento, respectivamente.
Este fenómeno no es único de España, pues sucede de igual manera en países como
Alemania, México, Suecia (solo en marzo) y casi todas las muestras del
Reino Unido.
El perfil de la persona más favorable a la vacuna del Covid
“Ser hombre, expresar confianza general en aquellos con experiencia científica o médica, y preocuparse por el virus son los correlatos más consistentes de la aceptación de la vacuna”, sugiere el estudio.
Mientras, “la mayor renuencia de las mujeres a decir que tomarían una vacuna está en línea con otros trabajos centrados en la aceptación de una posible vacuna Covid-19”. Incluso cuando se tienen en cuenta las creencias a la hora de aplicar o no la vacuna, “persiste el sesgo de género”.
Comunicación y confianza: claves en la aceptación de la vacuna
Además, tras un trabajo de investigación en 12 países diferentes, esta investigación concluye que hay dos elementos fundamentales para mejorar la percepción social de la vacuna del coronavirus. El primero de ellos es la comunicación basada en resultados científicos que permita esclarecer cualquier tipo de duda y aporte certidumbre.
En segundo término, la confianza hacia los expertos y las instituciones médicas y científicas también son “claves en la potencial aceptación de la vacuna”. Además, recomiendan a las administraciones públicas realicen estudios empíricos junto con estudios cualitativos para trabajar con diferentes comunidades y así contribuir a la comprensión completa de las preocupaciones de las personas de cada colectivo respecto con las vacunas.
“Solo conociendo esta información podemos abordar adecuadamente este asunto y proporcionar a las personas la información que necesitan para tomar una decisión que afectará no solo a su propia salud, sino también a la de su comunidad”, sostienen los investigadores.
Este estudio recoge que en torno al 37 por ciento de los encuestados de diversos países no están dispuestos a vacunarse. La probabilidad de vacunarse o recomendar hacerlo aumenta cuando alguien conoce a alguna persona cercana, como un familiar o un amigo, en situación de vulnerabilidad.
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