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Una nueva responsabilidad para los dentistas: detectar el VIH

Los odontólogos pueden ayudar a detectar nuevos casos, debido a las lesiones en la cavidad bucal asociadas al virus

El motivo de la alta incidencia de enfermedades bucodentales en pacientes con VIH radica en su sistema inmunológico debilitado.

06 ene 2017. 12.50H
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El 90% de los pacientes infectados por el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) sufren lesiones bucodentales a lo largo de la enfermedad. Estas patologías pueden ser, en muchas ocasiones, las primeras manifestaciones clínicamente detectables del contagio y pueden alertar al dentista sobre la posible presencia de este virus.

Varios colegios de odontólogos españoles han puesto el foco sobre este asunto últimamente, llamando además la atención sobre el hecho de que los colegiados pueden ser determinante en la lucha contra el virus. El motivo de la alta incidencia de enfermedades bucodentales en pacientes con VIH radica en su sistema inmunológico debilitado, que hace que el portador del virus sea más propenso a las infecciones por hongos y bacterias.

Candidiasis y otras infecciones

Según explica el Colegio de Médicos y Estomatólogos del Principado de Asturias, la patología bucal más frecuente entre los enfermos de VIH es la candidiasis, cuyos signos pueden encontrarse en el paladar y dorso de la lengua. También en los bordes laterales de la lengua puede aparecer la leucoplasia vellosa, una lesión blanquecina no removible.

Las llamadas ulceraciones aftosas recurrentes suelen ser también comunes en personas inmunodeprimidas. Se trata de erosiones o úlceras superficiales, dolorosas y que pueden durar más de ocho o diez días, para reaparecer pasado un tiempo desde el último episodio.

Ya en las encías, el dentista puede detectar eritema lineal gingival, que se caracteriza por una franja de color rojo intenso a lo largo de la encía marginal y que no está relacionada con la placa bacteriana, así como periodontitis necrotizante, una infección que se caracteriza porque el tejido gingival, el ligamento periodontal o el hueso alveolar presentan necrosis.

Por otra parte, el sarcoma de kaposi se inicia como una mancha o placa eritematosa o violácea sin relieve, que se localizan, de forma habitual, en el paladar y la encía. La lesión pasa a convertirse en una masa tumoral de crecimiento rápido.

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