“Fui una de las personas que estuvo al frente y cuando me enteré de lo que había pasado pude vengarme, pero me dio pena”. Así de claro se muestra un médico que trabajó en el Instituto Nóos y que ha realizado estas declaraciones en exclusiva a Redacción Médica el mismo día en que se ha conocido que el Tribunal Supremo ha condenado a Iñaki Urdangarin a cinco años y diez meses de cárcel por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.
El Instituto Nóos tenía en su organigrama el Instituto Ciencia, Salud y Sociedad, encargado de buscar financiación para proyectos relacionados con la sanidad y el ámbito social. “Fue una gran oportunidad; en aquella época la Casa Real tenía un gran prestigio y todo el mundo le abría las puertas a alguien como Urdangarin”, aclara esta fuente.
"En las reuniones nunca se hablaba de beneficios"
“Recuerdo que fue una época apasionante; los primeros seis meses mantuvimos una relación exquisita en la que nos recibía muchísima gente que, por cierto, luego lo negaba”, rememora. Este médico resume su trayectoria de 9 meses (“no aguanté ni un año”) como “seis meses geniales y tres de decepción”: “Empecé a notar cosas raras, como que se iban poniendo nerviosos; yo iba a las reuniones de dirección y nunca se hablaba de beneficios, hasta que me puse crítico y cada vez iba a menos reuniones directivas”, señala.
Una circunstancia que, en cambio, nunca le hizo pensar que detrás de aquel proyecto se escondía el caso de corrupción que después se destapó. “Ni yo ni nadie que me rodeara directamente imaginábamos que podía estar pasando algo así, y el resumen es claro: qué gran oportunidad se perdió y qué tristeza ahora”.
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