Las Urgencias son Servicios especialmente duros. Los profesionales que trabajan en ellos deben correr y realizar verdaderos malabarismos para poder atender a todos los pacientes que acuden, un hecho que acaba pasando factura.
"Hoy, después de 12 años como médicos de Urgencias, me he sentido moralmente derrotado, con apenas fuerzas para llegar al final de turno", ha aseverado Julio Armas, médico en el Hospital Universitario de Vinalopó, que se ha visto sobrepasado por la carga de trabajo en el Servicio en unas fechas tan señaladas.
Armas ha afirmado en su cuenta de Twitter que ha sido especialmente duro tratar con pacientes que se encuentran en la recta final de la vida. Además, el médico, en todo momento, recuerda la dureza con la que los familiares del enfermo permanecen a su lado.
"La carga emocional de nuestro trabajo es a veces insoportable, y las historias ajenas duelen mucho, sus lágrimas las sientes como tuyas", ha remarcado el facultativo al mismo tiempo que señalaba que "serán las fechas o tan solo un día malo, como muchos, pero hoy me voy con el corazón estrujado a casa".
"Hoy he visto muchos pacientes con enfermedades terminales, muchos sueños rotos, familias destrozadas", ha explicado Armas para mostrar la dureza con la que en muchas ocasiones deben lidiar los médicos y todos los profesionales que forman parte de los servicios de Urgencias.
Por último, facultativo ha querido remarcar que "en estas fechas y siempre, no subestiméis el mejor regalo del mundo: cada nuevo latido y cada minuto más de vida. Amar mucho, esa es la única salvación".
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