El senado de
Texas ha dado el primer paso para aprobar una ley que podría permitir a los médicos ocultar las
malformaciones a las
embarazadas. Se trata del efecto secundario de
una norma aprobada en esta cámara, pero que todavía se tiene que debatir en la Cámara de Representantes. El objetivo oficial del texto es que los
médicos no puedan ser demandados si un niño nace con una
discapacidad.
El senador republicano
Brandon Creighton defiende su propuesta en el derecho de todo niño a nacer: "No podemos considerar que un niño con una discapacidad como un perjuicio, no debemos crear la connotación negativa de que un médico no es fiable porque un niño simplemente es discapacitado siempre que este profesional haya cumplido con todos los estándares sanitarios".
Las dudas de quienes se oponen a la ley pasan porque esta
ley abre la puerta a que los médicos contrarios al
aborto oculten información sobre
anomalías que puedan llevar a la madre a abortar. Este punto fue negado por Creigthon que indica que únicamente se trata de garantizar que los médicos cumplen con las buenas prácticas.
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