Las
agresiones a profesionales son
una constante en el sector sanitario. Según los últimos datos ofrecidos por la
Central Sindical Independiente de Funcionarios,
un 80 por ciento del personal sanitario ha sufrido una agresión en los últimos cinco años. Pero, ¿cómo se sienten estos profesionales ante una agresión?
Impotencia, miedo y ansiedad son las emociones más predominantes después de una agresión
|
Un estudio publicado en la Revista Enfermería CyL analiza el
sentimiento que experimentan los trabajadores al ser
víctimas o testigos de una agresión en su centro. Entre las emociones más predominantes se observa la
impotencia (65,9 por ciento), seguido del
miedo y la ansiedad, con un 19,7 por ciento y un 12,1 por ciento, respectivamente.
Un
23,4 por ciento de las mujeres experimentan como segunda opción el
miedo, mientras que en los hombres este sentimiento queda relegado al último puesto. Según este informe, no hubo ningún encuestado que marcara la opción de
culpa o nada.
Consecuencias
Estas situaciones "pueden generar por tanto
consecuencias psicológicas menores como depresión, ansiedad, fobias o trastornos psicosomáticos", explican los autores del estudio.
Sin embargo, si estas agresiones son graves o continuadas en el tiempo, "pueden desencadenar problemas psicológicos
más importantes como es el trastorno por estrés postraumático", han concluido.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.