Las
distracciones que provocan la
entrada y salida de profesionales sanitarios
de los quirófanos y las conversaciones paralelas durante las operaciones
generan un gran estrés en los cirujanos, lo que les lleva a cometer un
66 por ciento más de errores en las intervenciones a los pacientes, según un estudio publicado en
British Journal of Surgery.
Para llevar a cabo esta investigación, se utilizó tecnología que capturaba la
actividad del corazón de estos profesionales, lo que concluyó que durante los intervalos de estrés, provocados por un pensamiento negativo o un
fuerte ruido en el quirófano, los cirujanos son más propensos a cometer errores como rasgar el tejido o provocar quemaduras.
Los errores médicos causan entre
250.000 y 400.000 muertes al año en Estados Unidos, y una parte de estos se producen en los quirófanos. Durante el estudio, se grabó a un cirujano durante las intervenciones, al mismo tiempo que se le median sus niveles de estrés. Finalmente, los datos de la investigación permitieron
relacionar el nivel de estrés con los fallos cometidos.
Peter Dupont Grantcharov, autor del estudio, mostró una gran sorpresa por la
cantidad de distracciones que hay en la sala de operaciones. “Se realizan conversaciones paralelas, la gente entra y sale del quirófano”, explica.
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