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Segundo año con más casos de virus del Nilo: "El final es imprevisible"

El presente año es el segundo con más casos y podría batir el pico de 2020 si la climatología no lo impide

María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y médica microbióloga del Hospital de A Coruña

06 sep 2024. 07.00H
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Las cifras asociadas al virus del Nilo Occidental no dejan de aumentar en España. Hasta la fecha, las autoridades sanitarias han notificado 56 contagios y seis fallecidos, muy por encima de los 21 casos y dos muertes de 2023. Es más, la enfermedad va camino de igualar los datos de 2020, el peor año desde que comenzaron los registros en 2010, con 77 infectados y ocho defunciones causadas por este mal. El pronóstico sobre cómo acabará el presente curso es reservado. "Lo que puede suceder es imprevisible", ha indicado la portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y médica microbióloga del Hospital de A Coruña, María del Mar Tomás.

La progresión del virus dependerá de la climatología. Las bajas temperaturas provocarían la muerte del mosquito Culex, principal vector de transmisión del patógeno. Pero, un otoño caluroso prolongaría la vida de este insecto y por ende la posibilidad de alcanzar cuotas mayores en cuanto a número de contagios y fallecimientos.

Es más, Tomás ha señalado que el aumento del número de casos este año va relacionado con lo que marcaron los termómetros a finales de 2023 en los humedales del sur de España, principales áreas de crianza de la mencionada especie de mosquito. "El invierno fue más cálido y las hembras del animal sobrevivieron por más tiempo, lo que se traduce en más larvas. Solo hay que ver que se notificaron mosquitos Culex hasta noviembre, cuando lo habitual es que desaparezcan en septiembre u octubre", ha explicado la experta, quien también apunta a la mayor conexión con áreas del planeta donde esta enfermedad tiene una mayor incidencia -como es el caso de África-, punto clave en la expansión de las patologías infecciosas. 

Año complicado 


A menos de cuatro meses de acabar 2024, este año se posiciona como el segundo peor en cuanto a incidencia del virus del Nilo Occidental. Por comunidades autónomas, Andalucía y Extremadura se llevan la peor parte, especialmente la provincia de Sevilla, que concentra la mayoría de casos. En concreto, las localidades del Bajo Guadalquivir, donde también se registran cinco de las seis víctimas mortales: tres en Coria del Río, una en Dos Hermanas y otra más en La Puebla del Río. La sexta falleció en el Hospital Universitario de Navarra tras contagiarse en Utrera (Sevilla).

Pero, no solo se han detectado mosquitos infectados en Sevilla. También se han hallado en las provincias de Cádiz, Málaga, Huelva y Córdoba. Es más, se ha detectado la presencia del virus en los municipios gaditanos de Tarifa, Barbate y Benalup-Casas Viejas, además de en la capital malagueña o la localidad cordobesa de Montalbán. Se unen a Almensilla, Bollullos de la Mitación, Coria del Río, Dos Hermanas, Gelves, Guillena, Los Palacios y Villafranca, Villamanrique de la Condesa, La Puebla del Río, Palomares del Río, San Juan de Aznalfarache y Utrera, todos ellos en Sevilla.

No obstante, el número de positivos en virus del Nilo Occidental sería mucho mayor al que manejan las instituciones. Y es que en la mayoría de casos -cerca del 80 por ciento- no se desarrollan síntomas o pasa como un cuadro gripal corriente por el que los pacientes no acuden al médico. 


Actuaciones contra el virus 


Ante esta situación, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha reforzado los esfuerzos en combatir la afección. La institución encargada de los asuntos sanitarios de la comunidad autónoma mantiene la comunicación con los municipios más afectados, con la misión de que implementen el Programa de vigilancia y control integral de vectores transmisores de Fiebre del Nilo Occidental (FNO), centrado en la eliminación del mosquito Culex. Asimismo, el organismo garantiza la asistencia técnica especializada a las localidades que la precisen, además de atender a la coordinación de las actuaciones o la aplicación de medidas en cauces y zonas protegidas.

La fumigación del insecto transmisor de la enfermedad se convierte en la mejor forma de controlar el incremento de los contagios. Así, la Diputación de Sevilla ha contratado por más de un millón de euros a dos empresas para la desinsectación de los municipios más afectados por el virus del Nilo Occidental. "La mejor medida es la prevención, ya que todavía no hay una vacuna efectiva en humanos. Controlar al mosquito es la clave para aminorar la incidencia de la patología que transmite, ya que realizar cribados masivos en personas no tiene sentido", ha indicado Tomás.

"La mejor medida contra el virus del Nilo Occidental es la prevención", ha destacado Tomás


Por ello, la facultativa ha destacado la importancia de continuar con los planes de detección de la especie Culex. Asimismo, ha agregado que monitorizar las aves migratorias que llegan a los humedales andaluces ayudaría al control del virus a largo plazo, al ser estos animales los hospedadores del patógeno y el insecto el puente entre humanos y pájaros. "Saber dónde se detienen las aves nos mostraría de dónde viene el virus y las áreas de crianza de mosquitos que pueden convertirse en transmisores de la enfermedad", ha asegurado la experta.

A su vez, tanto Tomás como las administraciones recomiendan que la ciudadanía extreme las precauciones para evitar las picaduras de mosquito, sobre todo durante el amanecer y el atardecer las principales horas de actividad del animal. Así, se aconseja emplear mosquiteras, repelentes de uso tópico y vestimenta clara que cubra la piel. También resaltan incrementar la vigilancia en aquellos más vulnerables al virus del Nilo Occidental, que acostumbran a ser personas mayores e inmunodeprimidas por alguna condición sanitaria anterior.


Respuesta ciudadana ante un problema que puede provocar cuadros graves


El goteo constante de casos en las localidades ribereñas del Guadalquivir ha elevado la preocupación de sus vecinos. Así, los afectados por el virus del Nilo Occidental han planteado la creación de una asociación que recoja a todas las víctimas y posibles damnificados por la proliferación del citado mal. De momento, ya han realizado varias concentraciones, donde han pedido "más medidas" y elevar el asunto a Europa y la Organización Mundial de la Salud. 

Según las estimaciones científicas, dos de cada diez infectados presentarán síntomas. Lo más habitual es desarrollar la denominada Fiebre del Nilo Occidental, que derivada en un proceso febril, acompañado de dolor de cabeza y articulaciones, erupción cutánea, inflamación de los ganglios linfáticos y vómitos. Esta problemática no suele prolongarse más de seis días y no genera ninguna consecuencia grave.

En los peores casos, el paciente contrae la enfermedad en su forma más grave, que puede llevar a una encefalitis
o meningitis
-mal por el que se inflama el cerebro o los tejidos de alrededor-. Estas ocasionan daños en el órgano afectado e incluso la muerte. Este cuadro se puede detectar en personas que padecen fuertes dolores de cabeza, fiebre alta, rigidez de nuca, desorientación, estado de coma, convulsiones, debilidad muscular o parálisis.

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