¿Se han convertido las redes sociales para los
profesionales sanitarios en un mero lugar de conflicto? ¿Todavía sigue existiendo espacio para la divulgación científica? Héctor Castiñeira, conocido en redes sociales como
Enfermera Saturada, asegura a
Redacción Médica que la labor de los sanitarios en las redes sociales es “más importante que nunca”.
El enfermero afirma que en esta pandemia covid “nuestro trabajo está siendo doble”. “Luchamos contra la desinformación y resolviendo dudas por un lado y por otro, en hospitales y centros de salud”, reconoce al respecto.
Opinión que comparte
Elena Casado, anestesióloga, remarcando que “resulta muy gratificante darse cuenta de la cantidad de gente que invierte su tiempo en informar sobre temas que pueden interesar a la población”. Mientras que Guillermo Martín, el tuitero detrás de la famosa cuenta
Farmacia Enfurecida, asegura que “las redes sociales están llenas de sanitarios muy buenos y formados de los que se puede aprender mucho”.
Pero,
¿las críticas y enfrentamientos son contraproducentes con la labor divulgativa? Enfermera Saturada lo tiene claro. “De cara a la población no queda bien y no se da una buena imagen de la profesión”, afirma, aunque admite que “es lógico que también surjan roces”. Además, el sanitario insiste en que “no se puede decir por redes lo que no le dirías en el hospital a otro compañero si lo tuvieras enfrente”.
"Los discusiones en redes no dan buena imagen del sanitario"
Una cuestión que también analiza Casado, admitiendo que “cuando
las críticas son constructivas se puede debatir e incluso aprender, pero si tan solo son agresiones lo mejor es ignorar o denunciar”. “Las redes sociales son como la vida real, hay espacio para todo. Son una ventana enorme para muchísima gente”, señala la facultativa. Mientras que Enfermera Saturada añade que
“la pandemia nos ha traído mucha crispación”, tanto en la calle como en las redes “y se nota en el aumento de agresiones y en que estamos a la defensiva todo el día” pero aún así, afirma que “hay espacio para la divulgación”.
Una cuestión de la que también habla Farmacia Enfurecida, que asegura que “si el divulgador entra en el juego de los enfrentamientos puede perjudicar su imagen”. Y añade que
“las redes pueden ser un lugar más de conflicto que de divulgación porque últimamente no se diferencia lo que es la divulgación del tema politico y cualquier persona se siente atacada por cualquier cuestión que se expone”. "Deben tener en cuenta que un hecho científico no es una opinión y que por ello debe ser respetado”, afirma, antes de admitir que también depende de la red social.
"Instagram es más suave, sin embargo, Twitter y Tik Tok son más agresivos", señala.
En cuanto a si algún enfrentamiento les ha llevado a pensar en
abandonar las redes sociales, Casado afirma que no, ya que "solo
buscan asustarnos y silenciarnos y no hay que dejarles ganar". Mientras que Enfermera Saturada reconoce que "desde hace unos meses abre las redes sociales con la armadura puesta, como quien entra en el campo de batalla". "A veces es agotador", confiesa, y admite que si no se ha ido de las redes sociales todavía es "porque también hay una buena parte de personas que te agradecen la labor divulgativa que haces".
La comunicación contribuye a la formación de la imagen
Pero, ¿hasta que punto pueden los conflictos en redes interferir en la reputación del facultativo? Ana Almansa-Martínez, doctora en Comunicación y profesora en la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, explica a Redacción Médica que "cualquier comunicación contribuye a la
formación de la imagen y puede repercutir en la percepción que los demás tengan de esa persona".
Sin embargo, Almansa-Martínez explica que no hay que "
obsesionarse con las redes sociales, puesto que no todos los públicos prioritarios están en ellas". Es importante tener en cuenta que "no todas las redes sociales son iguales y que
Twitter es más dada al conflicto". Se debe tener en cuenta que, salvo caso extremos, "en apenas unos minutos se olvida la publicación", pero que siempre "
la exposición en redes sociales sea cuidada. Si se tiene un perfil profesional, que se centre en contenidos sobre su profesión,
huyendo de conflictos que pueden serle ajenos".
Ana Almansa-Martínez explica a este periódico que "la imagen, buena o mala, no se consigue solo estando en redes sociales. Se debe
gestionar la comunicación en su conjunto, para conseguir la mejor imagen posible" y se atreve a ofrecer un pequeño consejo a los sanitarios que se vean envueltos en alguna polémica:
"Si los temas no le incumben
no debería entrar en el enfrentamiento. Pero quiero compartir una estrategia muy utilizada: ante críticas, se dispone de
'amigos' que escriben apoyando a la persona en cuestión, explicando argumentos a su favor. Al final, se puede producir la
espiral del silencio y, aquel que critica, se acaba cansando y no escribe más", asegura como experta en en este área. Además, invita a los sanitarios a
contactar con profesionales de la comunicación que les ayuden a gestionar sus perfiles si quieren convertirse en referencia.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.